Aquila, Mich. Con motivo de las continuas declaraciones que recientemente se han estado publicando en diversos medios de comunicación, en especial nacionales y de internet, en donde voceros del grupo armado que en julio se apoderó de la cabecera municipal aquilense, presentan a los integrantes de esta policía comunitaria como víctimas y perseguidos de las autoridades, el comisariado de bienes comunales del pueblo nahua de San Miguel de Aquila desmintió tales afirmaciones y señalo que esta autodefensa que en su momento encabezó Agustín Villanueva y ahora la lideran Octavio Villanueva y Verónica Bedoya, actuó mal y causó mucho daño.
La autoridad indígena de San Miguel de Aquila, expresó que a tres meses de que las fuerzas federales y estatales intervinieran en la cabecera municipal aquilense para restablecer el Estado de Derecho roto por el grupo armado, afectados por las acciones de la también autodenominada policía comunitaria, cuantifican en más de 100 millones de pesos los daños causados por los integrantes de esta autodefensa y piden a los gobiernos estatal y federal que les apoyen a recuperarse de estas pérdidas, en especial a la federación, a cuya policía acusan de haber apoyado a los vándalos.
A nombre de los afectados, el comisariado de bienes comunales del pueblo nahua de San Miguel de Aquila, detalló que el 14 de agosto próximo pasado se realizó un operativo policiaco militar con el que concluyeron tres semanas de ocupación del pueblo de Aquila por parte de la auto llamada policía comunitaria encabezada entonces por Agustín Villanueva, tiempo durante el cual fueron expulsadas de la cabecera municipal más de 100 familias, las que en calidad de desplazadas fueron a dar principalmente al Estado de Colima, abandonando sus casas, muebles, ropa, herramientas de trabajo, vehículos, ganado, cosechas, la mayoría de lo cual les fue robado por los integrantes del grupo armado que eran apoyados por autodefensas de Coalcomán y Chinicuila.
Fidel Villanueva Espinosa, Miguel Zapién Godínez y José Cortés Méndez, presidente, secretario y tesorero del comisariado de bienes comunales aquilense, señalaron que en el caso de las viviendas muchas fueron dañadas rompiéndoles puertas, ventanas, pisos y paredes con marros y piedras, además de que algunas casas y parcelas fueron “expropiadas” y entregadas a gente del grupo armado, los que pusieron chapas y candados nuevos, sucediendo el caso de que aún ahora hay algunas propiedades que no han sido regresadas y sus “nuevos dueños” se resisten a entregarlas.
En cuanto al ganado, se dijo que muchas reses de diferentes dueños fueron sacrificadas para ser comidas por los integrantes del grupo armado, y que varios hatos de pequeños ganaderos desaparecieron de las parcelas donde estaban, tras primero correr a los cuidadores que no pudieron hacer nada por evitar que se las llevarán, asegurando que en total se perdieron más de 300 animales entre becerros, vacas y sementales, señalándose que en esta cuenta no se incluyen caballos, burros, borregos, chivos, gallinas, gallos de pelea y otros animales de granja que también desaparecieron de donde estaban.
También se abordó el delicado tema de las personas que fueron detenidas en los retenes de la policía comunitaria en el pueblo de Aquila, muchos de los cuales fueron golpeados brutalmente y después dejados ir con lesiones de diferentes grados por las que tuvieron que pagar e ir a clínicas para ser atendidos, como el caso del comisariado de la Comunidad Indígena de Coire y la comisión de encargados del orden que los acompañaba, 17 personas en total, los que tras ser sometidos en la cabecera municipal aquilense, fueron llevados a la Comunidad Indígena de Huitzontla, donde junto con la autodefensa de ese lugar, los golpearon salvajemente y les robaron sus pertenencias, para luego dejarlos libres.
Aún más grave son los casos de los detenidos en el pueblo de Aquila por la policía comunitaria encabezada por Agustín Villanueva, uno de los cuales, fue encontrado asesinado y enterrado en una fosa clandestina en la localidad de Hihuitlán, municipio de Chinicuila, en tanto que el otro no aparece aún.
Además, el saldo de daños por la acción de la policía comunitaria de Aquila incluye también la pérdida de empleos y de contratos con la minera Ternium, de mercancías en comercios de la cabecera municipal; cooperaciones forzadas que “para la causa” eran exigidas por integrantes del grupo armado, así como desperfectos causados a vehículos que eran “decomisados” y devueltos después con averías o inutilizados, además de otras afectaciones.
En la cuantificación de daños no se incluyen los de la empresa minera Ternium, cuya operatividad en la mina se vio afectada primero parcialmente, y después paró por completo durante aproximadamente 10 días.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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