CULTURALIA

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 25/10/2013

MUJERES EMPODERADAS 2

Entrada la década de los sesentas del siglo pasado, la creciente demanda de libertades políticas se expresó de diversas maneras, el movimiento estudiantil de 1968, que concluyó con la matanza de civiles en Tlatelolco, fue lo dolorosamente emblemático de esa época a la par de las varias guerrillas que aparecieron en diversas partes del país, todas reprimidas por el Estado. En este contexto la primera mujer colimense que llegó al Senado fue Aurora Ruvalcaba Gutiérrez, periodo de 1970 a 1976. Ante la presión opositora, en 1977 se introdujo una reforma política que legalizó a la izquierda mexicana.

Para 1979 Colima fue la primera entidad federativa en elegir a una mujer como Gobernadora, fue la mujer de letras y entonces senadora de la república, Griselda Álvarez Ponce de León, hecho que no sin contratiempos para la protagonista marcó un hito en la historia política mexicana y en la lucha feminista. En ese contexto social Rosario Ibarra fue la primera candidata presidencial postulada dos ocasiones 1982 y 1988 bajo las siglas del desaparecido PRT. Beatriz Paredes Rangel gobernó Tlaxcala de 1987 a 1992, segunda mujer en el país en acceder a una gubernatura. En esa ocasión y gracias a un discurso aunque no radical sí diferente, más cercano a lo social, arrasó con la votación en su favor.

La joven Dulce María Sauri Riancho accede a la gubernatura de Yucatán en sustitución Víctor Manzanilla Schaffer, para gobernar de 1991 a 1993. En 1994, con el TLCAN, el levantamiento zapatista y los asesinatos de Colosio el candidato del PRI a la presidencia y el del Senador José Francisco Ruiz Massieu México cayó en una crisis de credibilidad social. Al término de esta contrastante época que desde la presidencia encabezó Carlos Salinas de Gortari, en 1995 fue Cecilia Soto la candidata presidencial por el PT, quien logró casi el 3% de votos necesario para que el PT obtuviera su registro, periodo para el que arribaba a la Presidencia Ernesto Zedillo Ponce de León, último mandatario identificado con el PRI.

Marcela Lombardo fue la candidata por el Partido Popular Socialista (PPS) a la presidencia. Su campaña tuvo un bajo perfil, con lo que su partido perdió el registro que recuperó en 1997 para perderlo definitivamente. En ese marco de convulsión social radicalizada Rosario Robles Berlanga fue Jefa de Gobierno del Distrito Federal en septiembre de 1998, cuando se le designó en sustitución de Cuauhtémoc Cárdenas, quien se lanzó por tercera vez en busca de la presidencia. En el 2000 el PRI perdió la presidencia luego de siete décadas en el poder frente a un candidato que supo capitalizar el descontento general aunque en los hechos poco ofreció como cambio en el sistema y estructuras del poder político.

Amalia García Medina ganó las elecciones de Zacatecas en 2004 por la gubernatura de la entidad, cargo que había ocupado su padre, Francisco E. García, abanderando al PRI, mientras que ella accedió por el PRD.

Patricia Mercado fue Candidata en 2006 por el Alternativa Socialdemócrata y Campesina, la mujer con más votos hasta ese proceso, elección en la que otro político de extracción panista, Felipe Calderón obtuvo un triunfo muy objetado. La última gobernadora de un Estado es Ivonne Ortega Pacheco, quien gobernó Yucatán 2008 a 2013, convirtiéndose en la segunda en aquella entidad en acceder a ese cargo y primera mediante voto. De esta manera los yucatecos siguen a la vanguardia en la apertura a la participación política de las mujeres. Finalmente tenemos a Josefina Vázquez Mota, quien de las anteriores ha sido la que con más posibilidades se vio por la presidencia, aunque al final su partido, el PAN, quedó en la tercera posición dando paso al PRI.

Como se puede apreciar a lo largo de este difícil proceso en el que hay avances legales y políticos que las respaldan, hoy, más que trabas jurídicas, lo que las mujeres mexicanas tienen que superar es la condición cultural que las margina, las discrimina y las sigue invisibilizando en un contexto social, económico y político en el que en su demérito, bajo diversos mecanismos se sigue imponiendo la condición del hombre.

NOÉ GUERRA PIMENTEL es socio de número y Presidente (2009-2012) de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, A.C.