Continúa ayuntamiento de Armería con finanzas débiles y apretadas

Administrador Colimapm | Armería | 21/08/2013

Armería, Col. La “apretada” situación financiera en el municipio de Armería, sumado a la afectación en la zona de la costa, han complicado las condiciones económicas del ayuntamiento, señaló la alcaldesa Patricia Macías Gómez, destacando que no obstante estar haciendo ajustes en el gasto, se vislumbra acudir al cierre del año a pedir un adelanto de participaciones para cumplir compromisos.

Dio a conocer la Presidenta Municipal armeritense, que el paso del huracán “Cosme” al inicio de la temporada causo daños importantes a los establecimientos asentados en el balneario El Paraiso, lo cual requirió entrar con acciones municipales para recuperar la actividad económíca de estas familias que viven del turismo.

Luego la presencia de los fenómenos metereológicos “Dalila” y “Erik”, registraron algunos daños menores que no afectaron el ritmo de trabajo de los “ramaderos”, sin embargo “sabemos que la temporada de huracanes y lluvias apenas avanza, por lo cual se encuentran preparados para dar respuesta oportuna, misma que no ha sido rebasada por los meteoros.

Precisó que el Consejo municipal de protección civil ha estado muy al pendiente de llevar ayuda oportuna cuando sucede algo extraordinario, no obstante las dificultades financieras que se tienen, las cuales han obligado a mantener el programa de austeridad, donde se incluye haber despedido a varios colaboradores en puntos no prioritarios.

Hizo notar que los problemas en el temporal de lluvias, no es solamente los vientos huracanados, sino además las marejadas que son más perjudiciales para los ramaderos, quienes, el apoyo oficial que reciben, no les resulta suficiente, debiendo recurrir a financiamientos para recuperar el ritmo de trabajo que demanda el turismo que acude al balneario El Paraiso.

Para la zona rural, dijo que protección civil lleva a cabo reuniones para informar a los habitantes de situaciones de riesgo por deslaves, así como a quienes viven muy cerca de los márgenes de ríos, arroyos o afluentes, no habiendo en lo que va del temporal, necesidad de generar desalojos por alto riesgo que pudiera representar los meteoros.