Es difícil que niños acepten la figura del padrastro o madrastra: Psicóloga

JOSÉ GILBERTO IBÁÑEZ ANGUIANO | Colima | 10/08/2013

*Recomendó afrontar la nueva situación con paciencia y comprender los sentimientos de todos los involucrados

Para los niños no es sencillo aceptar la figura del padrastro o madrastra como nuevo miembro de la familia, pero existen maneras para facilitar su aceptación y establecer una buena relación, afirmó la psicóloga Maricela Figueroa Munguía.

Agregó que para el padrastro o madrastra con hijos, puede suponer una buena oportunidad para que los niños construyan nuevas relaciones y creen esos alzos especiales que sólo se generan entre hermanos.

“Si el padrastro o madrastra no tiene hijos, puede ser una buena oportunidad para que comparta su vida con una persona más joven y ambos puedan aprender mutuamente el uno del otro”.

Indicó que los niños que acaban de perder al padre o a la madre o los que están viviendo una separación o divorcio, pueden necesitar tiempo para aceptar al nuevo miembro de la familia. “Esta realidad les puede ocasionar que sufran constantemente enojo, dolor y confusión”.

Aseveró que en los casos de separación o divorcio, la llegada de una nueva pareja significa para el niño el fin de la esperanza de una reconciliación, incluso si han pasado varios años desde la separación, los niños se vuelven desobedientes y más aún en su etapa de adolescentes pues muchas veces se siguen aferrando a esa esperanza.

No obstante dijo, que es necesario que siempre prevalezca el diálogo y la conciliación para que no se susciten hechos violentos en el seno familiar que pueda ser de fatales consecuencias.

“Si el padrastro o madrastra no tiene hijos, puede ser una buena oportunidad para que comparta su vida con una persona más joven y ambos puedan aprender mutuamente el uno del otro”.

Abundó que en ocasiones, los miembros de la nueva familia se entienden perfectamente y se llevan muy bien. En otras situaciones, surgen dificultades. Tratar de encontrar el rol como padre o madre puede generar algunas confusiones, incluso conflictos con la nueva pareja, con su expareja y con los hijos de estos.

Para terminar, la psicóloga señaló que si bien no hay una fórmula ideal para adaptarse a este nuevo rol, es recomendable afrontar la nueva situación con paciencia y tratando de comprender los sentimientos de todos los involucrados.