Respalda la Iglesia Ley de Voluntad Anticipada y rechaza la eutanasia: Jesús Mendoza

JOSÉ GILBERTO IBÁÑEZ ANGUIANO | Colima | 15/06/2013

*En su momento, fue apoyada la propuesta que presentó la UNIVA Universidad Católica al Congreso del Estado, mediante comunicado firmado por el Obispo

La Diócesis de Colima a cargo de José Luis Amezcua Melgosa, manifiesta su apoyo a la Ley de Voluntad Anticipada presentada recientemente en el Congreso del Estado, en el que se plantea salvaguardar el derecho del enfermo terminal a una muerte digna y correcta, expreso el presbítero Jesús Mendoza Preciado, rector de la Basílica Menor o Catedral.

Agregó que de acuerdo a la información que tienen, el proyecto de ley plantea que el enfermo en etapa terminal reciba los cuidados paliativos que le ayude a disminuir su dolor y emocionalmente le den un auxilio espiritual.

Reiteró su rechazo a la práctica de la eutanasia pues tal vez sea como un atentado a la vida humana.

Indicó que en este sentido, recientemente, mediante un comunicado firmado por el obispo José Luis Amezcua Melgosa, se hizo un exhorto a los diputados del Congreso del Estado, para que apoyen los instrumentos legales que favorezcan la dignidad y la promoción de las personas, con proyectos como la Ley de Voluntad Anticipada para el Estado de Colima.

Recordó que en su momento, la iglesia respaldo la propuesta que presentó la UNIVA la Universidad Católica sobre la Ley de Voluntad Anticipada y que presentaron al Congreso del Estado.

Es de mencionar que, en la exposición de motivos señala que esta iniciativa de Ley respalda “el derecho de los enfermos a rechazar tratamientos que prolonguen su vida y que los médicos respeten su decisión, al mismo tiempo que da certeza jurídica a estos últimos respecto del cumplimiento de la decisión del paciente”.

De igual manera señala que es necesario contar con un ordenamiento legal que permita decidir sobre el tratamiento curativo o la aplicación de cuidados paliativos, “comprendiendo el control del dolor, además de la atención de aspectos biológicos, psicológicos, sociales y espirituales para de esta manera no prolongar innecesariamente la vida y morir con dignidad”.