TRISTE DESPEDIDA HACIA SAO PAULO
José Manuel de la Torre ha unificado a todos: a los que llorarían si México no va al Mundial, como a los que les dolería más ver fuera a una superpotencia que aportara algo a la Copa del Mundo, como pasó con aquella Francia de Eric Cantona previo a USA ´94.
El último duelo adelantado de las eliminatorias mundialistas, ante Costa Rica en el Estadio Azteca, estuvo más cerca de ser un nuevo “aztecazo” tico que una reivindicación de la selección mexicana ante su afición. Los ecos de un México que no mete gol de local ni por equivocación ya han llegado a los principales medios europeos, después de que Chepo de la Torre ha perdido la brújula en el encuentro que servía también de despedida hacia la Copa Confederaciones, el ensayo mundialista, si es que habrá una prueba tal.
Los tres duelos en el Azteca han dejado empates a cero preocupantes. Hasta el mismo Rafael Márquez detecta, muy lejos de la concentración del equipo nacional, que el problema viene en la creatividad y la disposición de la delantera tricolor. Ni la dupla Chicharito-de Nigris, ni la Chicharito-Giovani, o la que se asome, han mejorado la cosecha de puntos en esta eliminatoria. En puntos posibles hay debajo del 50 por ciento de productividad, cero goles en el Azteca y la desesperación de una afición que ve en peligro el mundial brasileño de 2014.
Deberá ser una catástrofe para que México no vaya a la Copa del Mundo, pero el camino no es muy halagüeño. La formación sigue siendo un problema, y hasta vergonzosa cuando en el Azteca pones dos recuperadores ante la visita de un Costa Rica que esperó y esperó. Menos mal que el ingreso de Álvaro Saborío fue hasta el final, porque en unas de ésas y elimina a los verdes de una buena vez.
Chepo no tiene ni idea. Sus extremos son una vergüenza, sus contenciones no se diga, su lateral derecha es inexistente, y a su mejor pasador –Andrés Guardado- lo asfixia en el centro del campo. Entraron Giovani, cambió su ya ridícula formación de 4-4-2 por un 4-3-2-1 que seguía pareciendo una broma de mal gusto. Que vaya y se le hinque a Carlos Vela, porque el tipo éste tiene razón en cotizarse si Chepo se la ha pasado seleccionando a puro futbolista de risa. Y que se le hinque también a Jona dos Santos, porque contenciones tampoco hay en el horizonte, y el niño al menos juega de un toque en el Barcelona B, aunque en el súper Barcelona no tenga cabida.
Se viene la Confederaciones: Italia, Brasil y Japón para ver la respuesta del Chepo. Será por orgullo, pues por funcionamiento mejor deberá poner veladoras. Así de sombrío es el panorama. Otro problema: a los que piden la cabeza del Chepo habría que preguntarles, ¿y a quién poner, a Luis Fernando Tena? Pues esto va de algo muy distinto al torneo Olímpico y la crisis es mayor que la del error de diciembre.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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