LA FORMACIÓN DE LA SELECCIÓN MEXICANA
El técnico nacional, José Manuel de la Torre, se empecina en hacernos sufrir a todos. Por un lado, los aficionados de hueso verde que están con el alma en un hilo debido al mal paso del seleccionado tricolor en las eliminatorias mundialistas, donde la selección azteca se encuentra en posición clasificatoria, solamente por sus partidos de más; y también sufrimos aquellos que nos gusta ver buen futbol y no lo vemos por ningún lado.
Si la pasión no existe, la formación de la selección mexicana tampoco nos eleva a otro estado emotivo. Analicemos la formación del tricolor en su duelo eliminatorio ante Jamaica, de visita, con el tan trillado, passé y tan ordinario 4-4-2 de Chepo de la Torre: Corona; Severo Meza, Maza Rodríguez, Diego Reyes y Salcido; Zavala, Torrado, Barrera y Guardado; Chicharito y Aldo de Nigris.
Empezaré destrozando la banda derecha: ¿Severo Meza? ¿Pablo Barrera? Entre los dos no hacemos uno, y menos si la formación 4-4-2 reprime la existencia de un extremo derecho clásico. No logro entender, si es que la talla y corpulencia física de los mexicanos es ínfima, todavía se insiste en poner a dos futbolistas que se atreven poco y que cuando lo hacen (como el caso de Barrera en la final ante América), no saben ni para dónde echar la pelota.
La banda izquierda es de lo mejor que tiene este equipo, y un legado lavolpista: Guardado, quien en su posición de interior izquierdo es sumamente desaprovechado, y Salcido, quien pese a que pasan los años nadie puede tumbarlo de ahí, simplemente porque el no surgimiento de laterales izquierdos es una cuenta pendiente de todos los directores de fuerzas básicas del futbol mexicano.
El acabo está en el centro del medio campo: Zavala y Torrado. Un tanque y una hebra de hilo, ni siquiera de algodón egipcio. Lo peor de todo es que ninguno de los dos tiene elementos para saber qué hacer con los balones cuando hay posesión y posición de ofender al rival. Solo recordemos que Torrado es un legado lapuentista -de esos pica piedra que tanto le gustaban al de las boinas-, y Zavala quizá funcionaría como un Sergio Busquets en el Barcelona, pero sólo si su única obligación fuera la de entregarle la pelota a Xavi o Iniesta, que por supuesto no existen en el tricolor.
Así que llegamos a los delanteros, Chicharito y de Nigris, o Giovani, o el que se asome, menos Carlos Vela porque la egolatría de Chepo de la Torre no le ha permitido ver que fue uno de los delanteros más destacados de la Liga Española (claro, por detrás de Messi, Cristiano y Falcao, que juegan en otro estrado), y en un club que realmente no aspiraba a nada y logró clasificación europea. Así, no dudemos que seguiremos sufriendo para ver a México en el Mundial: porque juega aburrido, y porque se le complicará todo.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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