TMMX. El aborto natural o espontáneo es la interrupción del embarazo de menos de 20 semanas de gestación. La mayoría se produce en el primer trimestre de gestación, y cuando ocurre antes de las 10 semanas se lo llama aborto precoz, entre la semana 11 y la 20, aborto tardío, y pasadas las 20 semanas se lo considera parto prematuro.
De las causales, en lo general, son por anomalías congénitas del feto, con frecuencia fallos cromosómicos y en otros casos, se trata de anomalías genéticas, además de las alteraciones uterinas, infecciones, patología tiroidea, déficit de progesterona, estados de desnutrición, enfermedades sistémicas o infecciosas, entre otras.
Al respecto, el especialista en ginecología y obstetricia, Eduardo González Valencia explicó que en el aborto temprano, las malformaciones cromosómicas, son la causa más frecuente de aborto espontáneo en mujeres menores de 20 años o en mujeres de más de 34, es decir, en ambos extremos de la vida reproductiva.
Las infecciones en lo general, son la segunda causal de aborto espontáneo temprano, “se presenta cuando hay desde una simple infección de vías urinarias, una infección vaginal o infección sistémica. Es desde un cuadro de una rinofaringitis viral, que se puede complicar con un proceso bacteriano y que puede generar una bacteremia generalizada”.
En las causales menos frecuentes, se ubican las malformaciones anatómicas del útero y otras deficiencias hormonales que pudieran generar también abortos como el hipotiroidismo que no es frecuente pero que también puede ser causal de aborto.
DATOS DE ALARMA
Una amenaza de aborto supone el riesgo padecer una pérdida del embarazo, siendo una metrorragia o hemorragia vaginal no procedente del ciclo menstrual un signo de alarma, ya sea ligera o moderada, acompañadas o no de contracciones uterinas dolorosas.
El doctor González Valencia enumeró una serie de síntomas a tomar en consideración, entre los cuales, se encuentra, además de las pérdidas trasvaginales, se pueden presentar cólicos en la parte baja del vientre, que se exacerben o se incrementen en lugar de disminuir y pérdidas de los síntomas de embarazo.
“Es decir que, si previamente se había estado con vómitos, mareos, sueño, dolor de pecho, pero milagrosamente al siguiente día se quitan, no es un buen dato, quiere decir que si a esto, se le une el dolor en la parte baja del vientre y sangrado, es muy probable que se haya perdido el bienestar del huevo o del embrión y esto significa o que ya murió el producto o que está en proceso de expulsarse”.
Y aunque el no tener un ambiente en paz y estar en constante estrés no es una causa directa de aborto espontáneo, sí puede ser secundaria a eventos emotivos o circunstanciales que pudieran desencadenar la amenaza de aborto o el trabajo de aborto, “lo ideal es tener un ambiente en paz, tranquilo relajado y apoyada por su gente”.
QUÉ HACER EN CASO DE AMENAZA DE ABORTO
Ante la posibilidad de una amenaza de aborto, el especialista recomendó que no se altere a la paciente y se tenga en reposo absoluto antes que ser trasladada directamente a una clínica, o a algún hospital, “lo primero es reposo absoluto y contacto con el médico, de acuerdo a lo que se comente, se verá la posibilidad de acudir a realizar un ultrasonido, empezar tratamiento y mandar a hacer exámenes. En consecuencia a los resultados, se dará el manejo adecuado”.
Indicó que ante este tipo de situaciones, es común que los signos de alarma hagan a las personas perder la calma y tomen decisiones apresuradas que pueden ser aún más fatales, por lo que reiteró la importancia del reposo absoluto:
“Es mejor conservar la calma, de preferencia, reposo absoluto, en cama y en casa, contacto con el médico, de acuerdo a lo que se dialogue, se determinará si es necesario acudir a una clínica, a un consultorio médico, hacer un ultrasonido, para descartar procesos infecciosos”.
Indicó que una vez que ya se hizo el diagnóstico sobre el bienestar del huevo (como se le llama al producto hasta la semana 6), embrión (hasta la semana 9), feto (a partir de la semana 20), se decidirá la interrupción del embarazo.
“El legrado se hará de primer instancia, hasta la semana 10, a partir de la semana 10 hasta la 20, se tratará de modificar las condiciones en el cuello, para de forma secundaria o tardía hacer el legrado para hacer la evacuación final del producto”, comentó el especialista.
EDUARDO GONZÁLEZ VALENCIA
CONSULTORIO CONSTITUCIÓN 2041 – 8
MÉDICA NORTE
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