Según un artículo publicado por la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (AAAAI) las flores, los perfumes y los caramelos suelen ser “atentos obsequios, pero pueden tener consecuencias graves para las personas que tienen alergias”.
Una de esas consecuencias tiene que ver con las alergias alimentarias, por lo que la AAAAI recomienda que en caso padecer alergias y recibir obsequios comestibles, se deben leer las etiquetas de los mismos, toda vez que algunos postres y los chocolates son conocidos por tener ingredientes ocultos como cacahuates y nueces y es que según la academia, quienes cocinan pueden no entender los riesgos de la contaminación cruzada.
En ese sentido la institución sugiere además tener cuidado “con los bocadillos caseros" que pueden haber sido procesados en diferentes lugares o con ingredientes diversos que provoquen una contaminación cruzada.
En relación a los menores de edad escolar, la AAAAI recomienda dar a los hijos alérgicos golosinas envasadas aptas para ellos, y sugiere que se les aliente y prepare a estos menores a protegerse solos de una reacción alérgica, como enseñarles a decir “no gracias”, cuando le ofrezcan algo, además de que se les hable “abiertamente sobre los problemas que pueden enfrentar”.
Y dado que los alérgenos también se pueden transferir por la saliva, esa misma institución advierte que se debe tener en cuenta lo que comió la pareja antes de darle un beso; ya que los estudios han demostrado que inmediatamente luego de haber comido crema de cacahuate, los niveles salivales de proteína de éste “son lo suficientemente elevados como para causar una reacción”.
La academia refiere en su artículo que los perfumes, las flores y las joyas son otros obsequios populares que también pueden causar problemas, tal es el caso del polen de las flores de colores brillantes, como los tulipanes o las rosas, que generalmente no causan síntomas de alergia, “pero su fuerte olor puede desencadenar síntomas de asma o rinitis en un ser humano”, y lo mismo sucede con perfumes, colonias y velas aromáticas.
En tanto que las joyas que contienen níquel, “pueden causar ronchas y picazón en las personas sensibles. Incluso cantidades mínimas pueden desencadenar una reacción”, advierte finalmente la AAAAI.
JESÚS SOLANO SOTO
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