EN PERSPECTIVA

GERARDO PALAFOX | Opinión | 08/04/2013

ES CUESTION DE VIDA O MUERTE

La salud es un derecho individual. ¡Su protección! Una obligación de cualquier nación y de los estados libres y soberanos que las conforman.

Sin embargo las investigaciones que en el campo de la salud se realizan, la mayoría de las ocasiones se encuentran asociadas al aspecto económico, a la recuperación de los gastos de investigación, sus esfuerzos se encuentran entrelazadas al dinero, en pocas palabras, la investigación científica es asociada al enriquecimiento de las empresas farmacéuticas más que a evitar el dolor de los seres humanos.

Tengo claro que lo que mueve al mundo es la economía, la marmaja; la enfermedad de cualquier manera ¡jolines! la muerte es inevitable, pero ¿Y la filosofía del bien común? Se que las empresas tienen políticas de mercado y que para los profesionales de la medicina los principios éticos hipocráticos solo son una carga de valor sin compromiso de defensa ni lealtad alguna, no obstante reconozco que los Colegios de Médicos fomentan la Ética en pro de la salud; se que hay quien se esfuerza por vivir dentro del margen de los valores y quien, hace alarde de la condición humana que fluctúa entre el bien y el mal, seguro existe quien usa y abusa del la oportunidad de una enfermedad.

El enfoque de empresa y de gobierno que sugiero, es la investigación en mayor medida de los medicamentos que previenen y curan y no tan solo los que mantienen vivo al paciente (En el caso de un padre o madre de familia) que gasta todo lo que tiene para al final dejar en desamparo a su familia por comprar medicamentos que le reducen las molestias y los dolores pero que no erradican el mal que acoge su cuerpo.

Por otro lado, los hospitales públicos nacionales hacen llegar a la gente el medicamento que pueden conseguir con su presupuesto y en la medida de su abasto que casi siempre se queda corto a las necesidades reales de dolor ajeno, pero al fin dolor.

Porque no emular al pueblo Cubano en su filosofía de investigación y comercialización contraria a la práctica empresarial de la gran industria farmacéutica. Tengo entendido que en el citado país existen numerosos avances en el rubro de la medicina y los medicamentos y que ya existen vacunas que permiten tratar ciertas enfermedades, reducir tumores y/o suspender el avance de ciertos tipos de cáncer, existe la vacuna HEBORPROT-P 25, que evita amputaciones y con ello discapacidades ocasionadas por pie diabético y que existe una vacuna contra el Dengue, enfermedad latente en nuestro estado.

Porque no conseguir este último fármaco en vez de fumigar constantemente con químicos como el llamado Abate (producto larvicida toxico granulado y residual, específico para el control efectivo de las fases acuáticas de mosquitos, jejenes y zancudos especialmente el aedes aegyptI) para erradicar la larva o la pupa del mosquito transmisor del dengue. ¿Es viable para el estado la vacuna contra el dengue? ¿Es conveniente para la población? Lo importante es que la población se vea siempre beneficiada por los avances de la ciencia.

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