PARACAÍDAS

ROGELIO GUEDEA | Opinión | 17/01/2013

La cabeza descuartizada del PAN

Para nadie ya es un secreto que el Partido Acción Nacional sufrió una debacle histórica de su militantes debido, entre otras muchas razones, a la derrota en las pasadas elecciones presidenciales, de la cual, hay que decirlo, ellos fueron los únicos responsables, pues, aparte de perder la guerra contra el narcotráfico, se dice que reprodujeron todos los desaciertos del PRI y ninguno de sus aciertos. Yo creo, y cualquiera se dará cuenta si mira por el espejo retrovisor, que siempre ha existido una sola manera de hacer política en México y que lo único que la diferencia (pero lo único) es el color del partido y la experiencia que lleva, por decirlo así, en el poder. Y en esto último les gana el PRI, con un padrón cuantioso y, por ende, con una estructura dinosáurica. Más allá de esto, en el trayecto nos hemos encontrado con que el PAN y el PRD también son corrupto, con que el PAN y el PRD también han dejado megadeudas, con que el PAN y el PRD también tienen alianzas con el crimen organizado, etcétera. Y si no me lo creen, hágase una encuesta de percepción ciudadana y verán que no habrá un solo ciudadano que no diga: todos son iguales. El caso del PAN en Colima no está ajeno a esta situación, nada más que, como decía, con una base de dirigentes pobrísima y ahora una militancia que de tan magra da la sensación de que agoniza. Por eso, concuerdo con las declaraciones dadas recientemente por el diputado albiazul Héctor Insúa: el PAN necesita, para poder de verdad aspirar a ganar las elecciones a la gubernatura de 2015, reformarse desde adentro. No copiar lo bueno del PRI y olvidarse de lo malo, sino ver la ensangrentada realidad que tienen frente a sus propias narices y darse cuenta que la crisis que sufren es moral. Ahora que la casa panista ha quedado desolada es el mejor momento para que los dos o tres militantes que quedaron empiecen a limpiar las cañerías y a enjarrar las pilastras, si no quieren que 2015 los deje, tristemente, en la calle.

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