ENTRE EL PAN Y EL CAFÉ

PEPE NARANJO | Opinión | 07/01/2013

CHIVAS, EL FENÓMENO SOCIAL DE LA POPULARIDAD

Ni duda cabe que el Club Guadalajara es, desde siempre, el equipo más querido y popular de nuestro país. No hay en el futbol mexicano otro equipo como las Chivas Rayadas que despierte más simpatía y tenga más arrastre entre la población que ama este deporte que convoca cada semana a millones de personas no sólo en México, sino prácticamente en cualquier país del planeta.

En cualquier época, bajo cualquier circunstancia, el llamado “Rebaño Sagrado” se distingue siempre como el cuadro más popular del balompié azteca, y puede haber yerros por parte de la directiva, pueden andar de capa caída en el terreno de juego, pero las Chivas siempre serán punto de atracción en cualquier parte de la República Mexicana, incluso allende las fronteras nacionales, sobre todo en Estados Unidos, donde gracias a los millones de compatriotas que allá radican, la escuadra tapatía concita a los amantes de esta disciplina.

Lo anterior viene a colación porque este lunes 7 de enero estuvieron en Colima tres de los jugadores de las Chivas del Guadalajara, para dar autógrafos y tomarse las fotos del recuerdo con miles de seguidores del más popular equipo mexicano, quienes durante más de una hora hicieron fila de manera paciente y ordenada, por la calle Venustiano Carranza, a la entrada del recién remodelado Centro Comercial La Marina San Fernando.

No cabe duda que más allá de la pasión que despierta, Chivas es un fenómeno digno de un análisis sociológico, que muchas veces pasa desapercibido para centrarse en el terreno deportivo de los resultados meramente futbolísticos, pero que visto desde otro ángulo llama poderosamente la atención, pues incluso quienes se dicen seguidores o aficionados de otros clubes –incluidos americanistas- asistieron a ver en persona a los jugadores rojiblancos Miguel Ponce, Jorge “Chatón” Enríquez y Marco Fabián de la Mora, quienes recibieron las simpatías de miles de colimenses que acudieron.

Si a esa condición se añade que precisamente los tres jugadores que estuvieron este lunes en nuestra ciudad formaron parte de la Selección Nacional Mexicana que durante los últimos meses logró una serie de resultados históricos, desde la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 hasta la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pasando por supuesto con el histórico primer lugar en el prestigiado torneo Esperanzas de Toulón, en Francia, pues aún fue todavía más impresionante la respuesta a la convocatoria que hicieron diversas empresas comerciales y de telefonía celular.

Cuadernos, fotografías, balones, patinetas, zapatos de futbol, tarjetas y playeras de futbol, todo fue bueno para solicitar el anhelado autógrafo de estos jóvenes futbolistas, que con tesón, capacidad y disciplina (superando incluso situaciones adversas como aquel vergonzoso incidente previo a la Copa América que les costó una suspensión de seis meses a ocho jugadores -entre ellos el propio Marco Fabián-, por una fiesta con un grupo de mujeres en el hotel de concentración, en Ecuador), han forjado una exitosa carrera que tiene como momento cumbre el oro olímpico en Londres, la cuna del futbol mundial, ganando en la final nada menos que al histórico Brasil.

Aficionados de los equipos antagonistas al Guadalajara en los clásicos tapatío y nacional, como es el caso de Atlas y América, se mofan de que Chivas es el equipo de los sectores marginales y humildes: unos presumiendo la capacidad económica de un club que no se refleja en resultados y los tiene al borde del descenso (amén de los casi 60 años sin un título de campeón); otros escudándose en sus refuerzos extranjeros que desde hace mucho tiempo no les dan un campeonato, incluso haciendo alquimia para contabilizar supuestos títulos de la época amateur, en su afán de recuperar la pretendida grandeza.

“Al América o lo amas o lo odias”, repiten como letanía miles de seguidores, como si ser odiado por más de 50 millones de aficionados fuera muy satisfactorio o de mayor mérito que gozar de la popularidad, penetración y arrastre, innegable capacidad de convocatoria, que tienen las bienamadas Chivas del Guadalajara. En fin, que con su pan se lo coman.