EL FIN DEL MUNDO
Como es habitual cada año, distintas “profecías” hacen resonar el mito del fin del mundo. En este caso, el pasado viernes 21 sería nuestra aventura hacia el juicio final. Según este diciembre del 2012, sería el fin de la humanidad, el apocalipsis, según se afirmó, lo habían predicho los Mayas. Según los presuntos intérpretes las profecías inscritas en los códices mayas habían señalado al 21 de diciembre pasado como el día y el año del fin de un ciclo en el que el hombre ha vivido apartado de la espiritualidad, el fin de nuestra existencia como especie.
La difusión perversa del fin y la destrucción del planeta son falsas como siempre lo han sido y en el peor de los casos constituye una estrategia para lograr que la gente, obligada por el inducido temor, se surta de alimentos (que se encarecerán), busque auxilio de sus gobernantes o de su culto religioso, se someta a cualquier arbitrariedad y abuso en su contra, se despoje de su valor humano y se mantenga en crisis, expuesto y vulnerable, manipulable, manejable.
Como ya ha ocurrido a lo largo de la historia estos “augurios” milenaristas o finmundialistas, nunca han acertado, claro; sin embargo, sus ridículos adivinos o seguidores se volvieron a dar vuelo con la farsa, la mayoría como lo han hecho antes, tratando de sacar tajada a costa de los miles de crédulos o ingenuos que aceptan cualquier superstición por estrafalaria que sea y más como esta vez, cuando se interponen espacios que se suponían científicos como Discovery Chanel, History Chanel o National Geografic, además de los otros medios oportunistas que se cuelgan de esos.
Abundan los charlatanes que afirman una y otra vez también que “llegará el día en que ha de caer sobre la potestad de la tierra la catástrofe de terremotos, hambre, epidemias, guerras y sequías, los jinetes del Apocalipsis que vendrán y azolarán este mundo sin distingo alguno. Las supuestas profecías hablan, incluso, de la aparición de un cometa, el Armagedón, que se estrellará con nuestro planeta y ocasionar la total destrucción del hombre.
Junto con los inventos auspiciados por la imaginación colectiva, como Pie Grande, el Hombre de las Nieves, el Hombre Lobo, Lo vampiros, el Maligno, el Chupacabras y los normales fenómenos naturales, entre los que se debe considerar el escandalizado calentamiento global, las enfermedades pandemicas y hasta la aparición e invasión de extraterrestres; según estos mismos dementes el hombre verá entonces los grandes cataclismos, provocados por el aumento en la temperatura del planeta, las alarmantes erupciones volcánicas, huracanes, tornados y sequías, que acabarán con todo ser vivo.
Igualmente las religiones, todas, desde siempre se han afanado en dizque profetizar la destrucción del Mundo, del ser humano, de los pecadores o no creyentes en su dogma “el juicio final”, como supino recurso para mantener atemorizada a la gente, aterrada y ellos como sus seguros salvadores. Todo como parte de la burda publicidad que los interesados en manipularnos, han utilizado para mantenernos sometidos, en estado de shock, en un entorno de crisis. La única realidad es que habrán de pasar miles de millones de años antes del ocaso del planeta, en tanto el hombre como tal seguirá el curso de su propia evolución, ajustado al ciclo natural de nacer, crecer, reproducirse y morir.
NOE GUERRA PIMENTEL es Presidente de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, A.C.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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