LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 25/11/2012

NUESTRA POLÍTICA CRIOLLA (V-V)

Muchos aspectos e inquietudes quedaron pendientes, apuntes propios que ocuparán otro espacio y, seguramente, otro tiempo, por lo pronto con ésta cierro la serie con la que pretendí un esbozo del surgimiento, evolución, adaptación o desaparición de cada grupo político de los que a lo largo de seis lustros han influido en las decisiones públicas locales. Intervención que recuerdo, hice a petición de parte con la charla que ofrecí el pasado 25 de octubre a invitación de la filial municipal Colima de la Fundación Colosio, quienes me encargaron abordar el tema “Personajes que en Colima más han influido en el PRI”.

Luego de haber tocado los grupos de Robles Martínez, los Compadres, el Manzanillo, el Universidad y el Colimán, cerraré con la Fundeco y el Iguana Power o “grupo Tecomán”. Antes, para ello, solo retomar que me quedé cuando Colima, con Carlos de la Madrid, volvió a ser laboratorio político nacional, cuando el tricolor promovió un proceso interno del que los saldos no fueron favorables, pues si bien ganó el identificado como candidato local, Carlos de la Madrid (1991-1997) a la imposición del centro, el CEN del PRI perdió autoridad y capacidad de decisión en provincia y el priismo local sufrió una ruptura con fisuras que aún no se resanan.

Con De la Madrid Virgen, el Grupo Universidad que había tenido su primera división en 1989 cuando se dividió por la Rectoría y que fue retenida por su titular Humberto Silva Ochoa, líder original y cabeza del grupo a favor de Fernando Moreno Peña, quien paulatinamente fue tomando el Poder para desde ahí lograr su reelección rectoral, periodo en el que ya empezaba a deshacer vínculos con su mentor, no sin antes lograr la candidatura y luego la gubernatura estatal para el periodo 1997-2003, dejando en el camino, entre otros a Socorro Díaz Palacios, que por tercera ocasión insistía y Jesús Orozco Alfaro.

Moreno Peña tuvo una sufrida campaña constitucional y un tortuoso inicio de gestión con una oposición engallada ante el desgaste nacional del PRI, iniciada desde 1988 empezó a perder espacios luego de la pifia electoral con la que Carlos Salinas había asumido la Presidencia (1988-1994), a lo que se sumó el asesinato del Candidato Luis Donaldo Colosio y de Francisco Ruíz Massieu, hechos adversos que pocas posibilidades daban a un PRI en franca caída, situación que de rebote, más que su adversario panista, un desconocido empresario local, fue lo que le pegó al abanderado priista, cuya elección fue ganada apenas y con serios cuestionamientos que, infundados o no, como “creciéndose al castigo” le dieron presión para afirmarse en el control político del Estado hasta revertir los saldos y reposicionar localmente al PRI, a la par de enfrentar las hostilidades que con respaldo presidencial y como aliados en el Congreso y la mitad de las alcaldías movió en frente común la oposición local para tratar de menguarlo, accionar insuficiente como para ganarle la más importante partida, su propia sucesión, la primera que se definiría desde lo local sin la intromisión del centro, pues el PRI ya había perdido “la grande” con el panista Vicente Fox Quezada (2000-2006).

Luego de la definición del Presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) a favor del saliente Rector de la Universidad de Colima, Fernando Moreno, como el Candidato del PRI a la gubernatura, el tricolor criollo se volvió a dividir con el grupo de militantes que encabezados por Jesús Orozco Alfaro se abrió para ubicarse en una agrupación de matices plurales, la Fundeco (Fundación para la Democracia Colimense) estableciendo desde ahí su posición y provisional accionar político que los mantuvo hasta la víspera del siguiente proceso electoral.

Con la sucesión gubernamental de 2003 las cartas al interior del PRI se empezaron a barajar, en ese sentido y al no verse con posibilidades dentro, un grupo de cuadros renunciaron a su militancia y se afiliaron al PRD, entre ellos Jesús Orozco, para contender, igual que Enrique Michel del PAN por la gubernatura, ahora contra el llamado candidato oficial, Gustavo Vázquez Montes, con el nace el “grupo Tecomán” y quien sin ser identificado con el “grupo Universidad” reconfigurado ya, resultó favorecido dada su rentabilidad electoral y quien habiendo superado dos elecciones consecutivas.

La primera, como se recordará, contra los mencionados y anulada por intrusión del Gobernador Moreno Peña, y, la segunda, contra Antonio Morales del PAN, para tomar posesión el 31 de diciembre de 2003, tras interinato de Carlos Flores (grupo Universidad), desempeñándolo por un año escaso, pues la muerte lo sorprendió el 24 de febrero de 2005, resultando nombrado Gobernador interino Arnoldo Ochoa (grupo Universidad), quien convocó a las elecciones disputadas por Leoncio Morán del el PAN y Silverio Cavazos (qepd) por el PRI, ganando éste, quien como sucesor concluyó así el