Malala Yousafzai: líder e inspiración

CÉSAR LUNA SANDOVAL | Opinión | 23/11/2012

Los líderes en nuestro país, e inclusive en nuestro mundo, son cada vez menos. Hoy en día necesitamos una voz de inspiración, alguien quien nos guie por todo este caos que vivimos. Recordemos que un líder puede venir de cualquier rincón de nuestro planeta y de cualquier edad. Malala Yousafzai es un claro ejemplo de esto.

A la edad de once años, Malala se enfrentó a los talibanes al poder expresar sus sueños, mientras el movimiento talibán atacó su pueblo en el noroeste de Pakistán. La pequeña niña habló de su pasión por la lectura y la educación, quería estudiar y poder convertirse en una doctora, y terminó convirtiéndose en el símbolo de desafío contra el sometimiento Talibán.

Yousafzai llamó la atención del público en el 2009 cuando los talibanes llegaron a su pueblo, anteriormente conocido por su música y destino turístico. Malala escribió un blog anónimo documentando sus experiencias para la cadena británica BBC. “Tuve un sueño terrible con helicópteros de guerra y talibanes. Tengo miedo” escribió en su blog.

Su padre dirigía una de las últimas escuelas que desafiaba las órdenes talibanes de culminar la educación femenina. La escuela eventualmente tuvo que cerrar, y Yousafzai fue forzada a huir a Abbottabad, el lugar donde Osama bin Laden fue matado.

Muchas niñas en países no desarrollados continúan enfrentándose a grandes obstáculos que les impiden poder asistir a la escuela. Las mujeres todavía componen dos tercios de las personas analfabetas en el mundo. Pero cuando sí pueden asistir a la escuela, usualmente son obstaculizadas por su condición de segunda clase en la sociedad. La escuela puede ser peligrosa para ellas. Tienen el riesgo de ser atacadas sexualmente, ser secuestradas durante el camino hacia la escuela o de regreso y ser víctimas por parte de maestros, personal de la escuela o compañeros de clase. Padres sacan a sus hijas, no queriendo que su hija pase por más violencia, y las que se quedan, tienen bastantes dificultades aprendiendo debido a que temen por su seguridad.

Yousafzai creció en prominencia, convirtiéndose en una voz poderosa para los derechos de los niños. En el 2011, fue nominada para el premio internacional infantil de la paz. Tiempo después, Raza Gilani, el primer ministro en ese tiempo, le otorgó el primer premio nacional Pakistaní de jóvenes por la paz.

Recientemente, Malala cambió su aspiración de carrera por política. Dirigió una delegación de activistas por los derechos de los niños, fomentado por la Unicef.

Continúa…