?

CULTURALIA

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 16/11/2012

ENTRE VALENTINA Y ADELITA

En el marco conmemorativo del Bicentenario del inicio de la Independencia de México y del Centenario del inicio de la Revolución mexicana, en la Cámara federal de diputados se dio un proyecto de decreto, para inscribir en “Letras de Oro” en el Palacio Legislativo, los nombres de “la Valentina” y “Adelita”.

Mismo que a la letra dice: La suscrita…, integrante de la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política, así como 55 fracción II, 56, 62 y demás relativos, someto a la consideración de esta soberanía la presente iniciativa, por la que se inscribe con letras de oro..., los nombres de Adela Velarde Pérez y Valentina Ramírez Avitia, con fundamento en…” El proyecto de decreto, según la Gaceta Parlamentaria, fue “Dado en el salón de sesiones de la Comisión permanente del H. Congreso de la Unión, a 11 de agosto de 2010”.

María Valentina de Jesús Ramírez Avitia, conocida más como “La Valentina” por el corrido (cuya inspiración se la disputan por lo menos otras tres “valentinas”), nació en Navolato, Sinaloa en 1893, aunque otros dicen que en Tamazula, Durango, como hija de “Pedro Gatica”, un caballerango que se hizo a la revolución, caído pronto en combate, por lo que ella, huérfana, se unió al movimiento maderista el 12 de enero de 1911 a la orden de Ramón Iturbe, quién por méritos le dio grado.

Participó en batalla contra las fuerzas porfiristas; destacando en Culiacán y en la toma de Topia, Durango; se documentó de ella que tras el asesinato de Madero y Pino Suárez en 1913, se adhirió a las fuerzas de Obregón y que era la admiración de la tropa por valiente y decidida, hermosa y llamativa. Su atuendo era militar, vestía como hombre y portaba dos Cananas cruzadas al pecho con fusil (carabina 30-30) al hombro. Su figura, unida a su belleza, la convirtieron en símbolo de amor para muchos soldados, por lo que su corrido la volvió emblema del movimiento.

No obstante se afirma que desde 1909, “La Valentina” ya se cantaba en Sinaloa como estímulo a los jóvenes para que ingresaran al ejercito, incitándolos como los símbolos de valentía y estoicismo del mexicano que hasta su vida ofrenda por amor: Valentina, Valentina, yo te quisiera decir, que una pasión me domina y es la que me hizo venir. Dicen que por tus amores un mal me van a seguir, no le hace que sean el diablo yo también me sé morir. Si porque tomo tequila, mañana tomo jerez, si porque me ven borracho, mañana ya no me ven. Valentina, Valentina, rendido estoy a tus pies, si me han de matar mañana, que me maten de una vez.

“La Valentina”, vivió sus últimos años en el Valle de Guadalupe, zona vitivinícola de Ensenada de B.C., conservaba el uniforme con insignias en el sombrero que mostraban su grado: tres estrellas, coronela de caballería, veteranía recibida desde 1962, murió a los 103 años de vida en el hospital de Brawley, California.

CONTINÚA…

The feeling of replica handbags uk is noble and gucci replica , but hermes replica black replica hermes bag will not give this handbags replica. The black Hong Kong-flavored shoulder replica handbags is engraved with a delicate kitten pattern, giving a kind of Playful and cute feeling.