LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 21/10/2012

ASPIRANTES EN CIERNES

Inconsciente resultaría de mi parte, hacerla de gurú o alardear con algún pronóstico político a futuro, cuando hay temas inaplazables de los que quienes tenemos estos foros debemos ocuparnos, por lo menos para llamar la atención o, si es factible, plantear propuestas de solución; no obstante, algo que no debo soslayar es lo que a partir del nuevo mapa político estatal se adelanta y que obvio, estará de acuerdo a las circunstancias que al paso los propios prospectos se vayan generando.

Con esa perspectiva se supone un recuento nominal partiendo de las posibilidades reales que en la víspera podrán tener quienes desde hoy se adelantan para buscar otra posición política y aquí hablamos desde los aspirantes locales con curul en el Senado o en la cámara de diputados, hasta los munícipes, incluidos los regidores que podrían considerarse los aspirantes naturales y, en el mismo paquete, los varios funcionarios estatales y municipales, sin dejar de lado a los legisladores locales, quienes por supuesto desde su ámbito ya hacen lo suyo para por lo menos mantener su condición, igual que los otros.

La jornada electoral del 2015, de la que en Colima habrá de surgir el siguiente titular del poder ejecutivo estatal, aparte de los nuevos legisladores federales a la cámara de diputados y los locales, así como quienes jefaturen las pauperizadas alcaldías para el posterior trienio; en gran medida, por no decir que en total, se habrá de definir a partir del desempeño y reflejo social que de aquí a entonces tenga el nuevo inquilino de Los Pinos en la aplicación de su estilo personal de gobernar, de la mano con las políticas públicas que implemente y que necesariamente deben implicar cambios de fondo y de forma.

En el caso de Colima, habrá un factor adicional y será el carácter con que cierre su gestión la actual administración estatal en cuanto a la idea que haya logrado permear entre la población y el potencial electorado. Al momento la opinión pública -y no me refiero a los dos o tres que desde fuera insisten en marcar la agenda de los poderes constitutivos-, la gente común, nosotros, usted y yo, ya tenemos nuestra percepción de las cosas, ya nos formamos una opinión de lo que ha hecho el Gobierno de Mario Anguiano, apreciación que, aunque no imposible, sí será difícil modificar y que será determinante.

De los que se andan moviendo solo decir que de nada les valdrá ya la declaracionitis, ni las fotitos pagadas semanales, ni la entrevista o el video de mantenimiento, ni la cooptación de sectores, ni el sermón dominical del curato, ni las acciones populistas con las que se malentiende el buen oficio político; si no hay sustento, si no se fundamenta el quehacer, si no se ve la congruencia, si no se hace equipo, si no se dejan de oportunismos, si no muestran capacidad, si no hay resultados tangibles y, algo muy importante, si algunos no le bajan a sus actitudes soberbias, que se olviden de otra encomienda.

Afirmo lo anterior, tratando de ser eco a lo que se escucha y se ve, como una alerta para quienes quieren y creen que pueden. Quien no lo vea, desde hoy está perdido, acotado y nulificado por un creciente despertar social que hoy es más real que nunca y que ya nos alcanzó, que ya está aquí, según se pudo constatar el pasado 1 de julio cuando la gente votó ubicando a cada quien en el sitio que le correspondía, aunque claro, como siempre no se pudo en todos los casos y otros los electores fueron sorprendidos por lo mediático y lo desconocido, fenómeno que dudo se repita en 2015.