
*“Queremos que el mensaje llegue a toda la comunidad: la detección temprana salva vidas. Y en esa tarea, la educación y la conciencia colectiva son y serán siempre herramientas poderosas”: Christian Torres Ortiz, rector *Hoy, reafirmamos nuestro compromiso con las causas que nos unen; la solidaridad, la cultura, la salud, el bienestar social y la construcción de un mundo más humano”: Blanca Liliana Díaz
El martes por la noche, las y los universitarios iluminaron de rosa el chacuaco del antiguo ingenio de San Rafael que se encuentra en instalaciones del campus Coquimatlán. Con este acto, se busca que la gente tome conciencia de la importancia que tiene la detección temprana y oportuna del cáncer de mama. El evento es parte de la Semana Universitaria Contra el Cáncer de Mama que promueve el Voluntariado de la Universidad de Colima.
En su discurso, el rector Christian Torres Ortiz Zermeño dijo que el chacuaco “vuelve a llenarse de luz y esperanza con este evento simbólico que nos une a todos en una misma causa: la prevención y lucha contra el cáncer de mama”.
La detección temprana salva vida
El Chacuaco Rosa, agregó, es más que un gesto visual o decorativo. “Nos recuerda que la vida, la salud y la solidaridad deben ser siempre prioridad en la vida universitaria. Iluminamos de rosa esta chimenea para rendir homenaje a quienes han enfrentado con valentía esta enfermedad, para acompañar a quienes la combaten hoy, y para recordar a quienes ya no están entre nosotros”.
Con este acto, agregó, la Universidad de Colima reafirma su compromiso con la salud, la sensibilización y la prevención. “Queremos que el mensaje llegue a toda la comunidad: la detección temprana salva vidas. Y en esa tarea, la educación y la conciencia colectiva son y serán siempre herramientas poderosas”.
Finalmente, agradeció y reconoció la iniciativa del Voluntariado Universitario, de la Delegación Coquimatlán y de todas las personas que hicieron posible este momento.
Mirar al otro con empatía
La presidenta del Voluntariado de la Universidad de Colima, Blanca Liliana Díaz Vázquez, señaló que el encendido del chacuaco es una celebración de la sensibilidad humana, del talento universitario y del espíritu solidario que caracteriza a esta comunidad. “A través de la música y de la expresión artística recordamos que la Universidad no sólo forma profesionistas, sino también personas que sienten, que crean, acompañan y que dan forma a su entorno”.
Compartió que las ruinas del ingenio azucarero de San Rafael, inaugurado en 1965, “se erigen hoy como un símbolo tangible de memoria y cambio; nos recuerda el trabajo del ingenio y el nuevo destino educativo del lugar, así como el vínculo entre industria y conocimiento”.
En este contexto, dijo que así como el ingenio se reconvirtió para dar paso a un espacio de aprendizaje y desarrollo, la detección oportuna del cáncer de mama permite también una reconversión vital, en la que una situación crítica puede transformarse en una nueva oportunidad de vida. “Por ello, iluminar el chacuaco de color rosa lo convierte en un faro de conciencia y esperanza, recordándonos que la prevención y la autoexploración pueden salvar vidas”.
Aseguró que “la verdadera grandeza de una institución se refleja en su capacidad de mirar al otro con empatía. Hoy, al reunirnos aquí en este hermoso escenario iluminado por el esfuerzo de muchas manos, reafirmamos nuestro compromiso con las causas que nos unen; la solidaridad, la cultura, la salud, el bienestar social y la construcción de un mundo más humano”.
Dijo también que la luz encendida esa noche simboliza la fuerza de una comunidad que no se apaga, que sigue sumando esfuerzos, que ilumina caminos y que cree que todo acto de bondad, por pequeño que sea, puede transformar una vida. “Gracias a la delegación Coquimatlán por compartir este momento y por ser parte de una Universidad que vibra, que siente, que se mueve con el corazón y que lucha contra el cáncer de mama”.
Finalmente, Díaz Vázquez agradeció al delegado del campus Coquimatlán por impulsar esta idea y al ingeniero Martín Eduardo Cortés Guzmán, director Comercial de Led México, por su generosidad y altruismo al donar la iluminación del chacuaco.
Encender el compromiso por la vida
Para el delegado del Campus Coquimatlán, Jesús Omar Brizuela Padilla, “encender esta chimenea de color rosa es un recordatorio de que la educación también se gesta desde la conciencia, desde la empatía y la protección a la vida. Este acto va más allá de un color, representa el compromiso que la Universidad de Colima tiene con la vida”.
Con este evento, añadió, la Universidad de Colima reconoce a miles de hombres y mujeres que luchan todos los días contra el cáncer de mama. “Hoy, más que un color, encendemos el compromiso por la vida”.
Como parte de este evento, los maestros del Instituto Universitario de Bellas Artes (IUBA), Rogelio Álvarez Meneses (piano) y Alejandro Mejía Núñez (tenor) interpretaron algunas piezas musicales como Vivo por ella, de Gatto Panceri y Mujer, de Agustín Lara, entre otras.
Al evento acudieron también: el secretario General de la UdeC, Joel Nino Jr.; la coordinadora general Administrativa y Financiera, Erika Ulibarri; el director general de Servicios Universitarios, Camilo García; el director del IUBA, Rafael Covarrubias; el secretario técnico de rectoría, Francisco Ventura; el director Comercial de Led México, Eduardo Cortés; Jaime Novela, presidente de la FEC; Sergio Venancio, presidente de los Jubilados y Pensionados de la UdeC y Aída Valencia Mendoza por parte de la ACU.
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