PARACAÍDAS

ROGELIO GUEDEA | Opinión | 13/09/2012

La educación ¿gratuita? en México

No hace mucho causó revuelo un documental que puso en evidencia el catastrófico sistema educativo mexicano: De panzazo, de Juan Carlos Rulfo y Carlos Loret de Mola. En él se daba constancia de la mala calidad de la educación mexicana, con cifras tan alarmantes que el entonces secretario de Educación, Alonso Lujambio, y la lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, enmudecieron. Las imágenes de De panzazo nos dejan en la lona, son tristes y nos muestran un sistema educativo timador y desvergonzado. Pero el documental se quedó corto. Como siempre, la realidad superó a la ficción. Corto, digamos, en detalles. Mi hijo volvió de Nueva Zelanda y fue inscrito en la escuela pública del pueblo olvidado en el que vivimos. Las deficiencias encontradas cercenan cualquier estadística oficial. Esta es la realidad: una escuela de bardas descascaradas, cristales rotos, baños inservibles, maestros apáticos, butacas insuficientes y sin libros de texto, que no llegan o llegan cuando ya nadie los necesita. Luego: cada padre de familia tiene que entregar a la maestra una cuota de inscripción de cincuenta pesos, que nadie sabe para qué es, diez cartulinas, cinco marcadores, tres plumas, cinco rollos de papel de baño, tres litros de pinol, un cuarto de resistol y tres tubos de silicón. Y además: una cuota semanal de veinte pesos para resarcir cortinas, reparar ventiladores (que escasean) y pagarle al intendente, que sólo “está obligado a barrer patio pero no salones, señor”. La mayoría de los padres de familia son personas realmente humildes (pero humildes de cocinar con leña) que consienten las cuotas escolares porque es más grande la esperanza de que a sus hijos, como lo evidenció De panzazo, les vaya mejor en la vida que a ellos. Esto es lo que uno encuentra si se asoma por la ventana: un paisaje reducido a cenizas. Y ahora lo más terrible: concluir reconociendo que la educación en México no sólo es pésima, sino, lo que es aún peor, está muy lejos de ser gratuita.