PUPITRE AL FONDO

Administrador Colimapm | Opinión | 26/06/2025

3-2-1 CERRANDO CICLO ESCOLAR

POR: Blanca F. Góngora

Estamos cerrando ciclo. Las últimas son las semanas más difíciles pues empiezan a ausentarse los alumnos y es complicado dar continuidad a algunas actividades, además de que muchos de los que siguen asistiendo con asiduidad son los que más guerra dan y menor interés tienen. Llegan y empiezan a hacer presión con frases como “clase libre, profe, o qué”; “háganos jueguitos, profe”; “sáquenos a las canchas”; “déjenos acostarnos en el suelo a platicar”. Y entonces empieza el jaloneo porque oficialmente faltan varios días de clase según el calendario oficial, pero también es cierto que por lo general ya están evaluados, pues las calificaciones tienen que estar listas con anticipación para poder llevar a cabo todo el papeleo: boletas, diplomas, certificados, etc. y es nuestro deber como maestros enterarlos, previamente, de sus calificaciones por su derecho a la información, pero también su derecho de réplica o de inconformidad. Es decir: saben que ya tiene su calificación y que lo que sigue “no cuenta”.

Estos últimos días de clase, insisto, el trabajo de los maestros implica mayor esfuerzo y desgaste pues si cotidianamente los docentes invierten mucho de su tiempo en regular conductas, tratar de inculcar hábitos y motivar para que sus estudiantes hagan la parte que les corresponde en el salón de clases, estos últimos días es peor, aunado al desinterés in crescendo que invade a los estudiantes. Creo que el uso de teléfonos “inteligentes” va afectando gradualmente el interés y la cultura del esfuerzo. Ahora todo se está reduciendo a copiar y pegar (de Meta, ChatGPT, Pinterest, Canva, etc.,) al poco reflexionar, al poco crear, a lo fácil y efímero y podemos constatarlo en las maquetas que hacen, en las composiciones literarias, en cuadernillos que imprimen. Está bien tomar modelos, inspirarse, pero la tendencia es la reproducción total de lo que la inteligencia artificial u otras plataformas les generan.

Estamos a punto de terminar un ciclo escolar, las escuelas se han lucido con exposiciones y ferias de trabajos finales las cuales implican un gasto extra para los padres de familia y mucho trabajo extra para los docentes y demás personal de las escuelas, pero una vez montadas las mesas con los trabajos, es un acontecimiento imperdible. Luego recoger, limpiar, ordenar para dejar todo listo para el otro turno escolar. Ese día, nosotros los profes, terminamos muy agotados porque llegar a esas exposiciones es resultado de muchos días de insistir, corregir, solicitar, orientar a los alumnos para que aprendan, comprendan, trabajen en equipo, regulen, contribuyan, sean empáticos, aporten;  todo ello aunado a las inconformidades y conflictos que entre estudiantes suceden y alguna que otra oposición de los padres de familia, pero es parte de nuestro trabajo y concretarlo es siempre satisfactorio.

Está ya la cuenta regresiva, después vienen unas semanas de receso escolar para reinventarnos, hacer ajustes, generar nuevas estrategias y volver al aula llenos, otra vez,  de ilusiones y proyectos, creyendo nuevamente que esta vez sí todos los  padres y madres de familia de nuestros alumnos cumplirán con sus obligaciones de poner reglas a sus hijos, enseñarles con el ejemplo los buenos modales, a usar lenguaje adecuado a su edad y situación, el respeto a los otros, la importancia de hacer cada día lo que le corresponde de la mejor manera, “usar menos face y más books”, moderarles y guiarles en el uso de sus teléfonos, inculcarles compromiso, disciplina, valores, rutinas de crianza positiva, porque la verdad, con sus valiosas excepciones, pero nos están dejando solos a nosotros sus maestros.

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