
*“Sólo traten de imaginar el desarrollo de las Ciencias Químicas sin esta facultad en Colima. No existiría en el estado ni en la región. Es fundamental dimensionar, conocer y reconocer la aportación social que realizan sus egresados”: Rector
El rector de la Universidad de Ciudad, Christian Torres Ortiz Zermeño, presidió este martes 24 de junio en la Pinacoteca Universitaria, la celebración del 45 aniversario de la Facultad de Ciencias Químicas. A la ceremonia asistieron alumnos de la primera generación, ex directores, estudiantes y funcionarios de esta casa de estudios.
En estos 45 años de vida, dijo su actual directora, la Dra. Hortensia Parra Delgado, la Facultad ha formado a casi 2 mil profesionistas en sus diferentes programas educativos. “Si hacemos un recuento, en términos de actas de titulación, el 54% de ellas corresponde al programa educativo de Químico Farmacéutico Biólogo; más del 21% al de ingeniería química en alimentos, el 21% al de Ingeniería Químico Metalúrgico y el 3.8% al doctorado en Ciencias Químicas”.
Los egresados, comentó, trabajan principalmente en los laboratorios de Colima, así como en diferentes regiones del país. “Incluso tenemos egresados en China”.
La responsabilidad de los ex alumnos, compartió, no sólo se centra en el trabajo técnico de un laboratorio, sino que ocupan cargos como funcionarios del gobierno del estado y de la Universidad de Colima, y también colaboran para mejorar la educación de Colima.
Como comunidad de la Facultad de Ciencias Químicas, dijo, “tenemos una gran responsabilidad y también ganas de seguir creciendo, de seguir apoyando a esta comunidad universitaria y a la sociedad colimense. Agradezco a todos nuestros egresados y estudiantes la confianza depositada en su Universidad y particularmente en nuestra facultad”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Colima, Christian Torres Ortiz Zermeño, resalto la relación que la facultad ha tenido durante estos 45 años con el sector productivo, su aportación a la educación y la investigación. “Han sido la base para el desarrollo del estado”.
“Su compromiso social es relevante, no sólo en la región y el estado, sino en el país. Sólo traten de imaginar el desarrollo de las Ciencias Químicas sin esta facultad en Colima. No existiría en el estado ni en la región. Es fundamental dimensionar, conocer y reconocer la aportación social que realizan sus egresados”.
Torres Ortiz Zermeño recordó que en el proceso de admisión pasado, la UdeC recibió a aspirantes a educación superior de 24 estados del país y de 10 países diferentes “para iniciar un programa desde cero en la Universidad de Colima; eso es importante porque refleja el esfuerzo que facultades como la de ustedes hacen. Durante estos 45 años, ustedes han construido prestigio con su trabajo, y eso se nota”.
Entre el chacuaco de tiro inducido y las vacas
Estos 45 años, la Facultad de Ciencias Químicas ha sido mucho más que un edificio, “es el crisol donde se han formado generaciones de individuos”, dijo Martín Robles de Anda, director de educación Media Superior de la UdeC y egresado de la primera generación de esta facultad.
En ese entonces, contó que José López Portillo, presidente de México, anunciaba el descubrimiento del yacimiento de petróleo en la comunidad de Jala. Esta noticia, dijo, haría pensar a las personas en cómo cambiar la vocación de una zona agrícola de Tecomán y Armería por el petróleo, “que en ese tiempo se decía que era el futuro de México”.
“Con esta noticia -agregó- nació nuestra Escuela de Ciencias Químicas, en el acta número 71, que a la letra dice: “En la ciudad de Colima, capital del estado del mismo nombre, siendo las 17:45 horas del día 25 de junio de 1980, se reunieron en la Biblioteca Central ‘Alberto Herrera Carillo’ en la Universidad de Colima, bajo la presencia del rector de la propia institución, licenciado Jorge Humberto Silva Ochoa, y en funciones de secretario general, el licenciado Fernando Moreno Peña, en representación del licenciado Juan José Farías Flores2. En dicha reunión, agregó, el rector propuso al Consejo Universitario, de manera inmediata, la creación de la Escuela de Ciencias Químicas, lo cual fue aprobado por unanimidad.
En esta primera generación, contó, fueron aproximadamente 100 aspirantes, y sus primeras instalaciones estuvieron donde hoy es la Facultad de Trabajo Social. Tiempo después se trasladarían a las 18 hectáreas de Coquimatlán. “Literal, no había más que los químicos. Al llegar era común sacar las vacas de los salones. Se solía decir que Ciencias Químicas era la única escuela que tenía ingenio, porque se utilizaron las antiguas instalaciones del ingenio de San Rafael, sus bodegas, como aulas. Hasta el día de hoy, el chacuaco del tiro inducido sigue de pie”.
“Hoy reconocemos el pasado y el presente con orgullo y gratitud. Agradecemos a cada uno de los miembros de nuestra comunidad por su esfuerzo, su dedicación y pasión por la educación. A los fundadores, a los maestros que nos guiaron, a los estudiantes que dejaron huella, gracias de nuevo”, concluyó Robles de Anda.
María Antonia Carvajal, ex directora de la Facultad, habló de la importancia de la acreditación de los programas educativos. “Esto les ha permitido no sólo colocarlos como programas de calidad, sino también la contratación de profesores y que sus estudiantes realicen movilidad académica”.
“Todo lo antes mencionado -dijo-, junto con las actividades cotidianas de la facultad, generó un ritmo de trabajo muy demandante, que también contribuyó a incrementar el sentido de orgullo y pertenencia que es característico en nuestra institución. Es importante destacar que esto es muy importante, porque lograr estas acreditaciones abrió muchas puertas para el desarrollo de nuestros estudiantes”.
Visto en retrospectiva, añadió, se resume fácil; “sin embargo, puedo decirles que ser director de planteles de educación superior implica una dedicación al 100%. El director es solo el líder que en su momento deberá generar un ambiente laboral que propicie el desarrollo armónico de trabajo con todos los implicados”.
Los alumnos y profesores investigadores, comentó, son el alma en este desarrollo. “Sin ellos, nada tendría sentido y fin. El personal administrativo nos ayuda a regular la gestión y organización en este competido campo de la educación, y la visión y respaldo de las autoridades universitarias hacen posible cristalizar los planes y programas, con grandes retos para siempre ofrecer programas de vanguardia”.
Sin duda, dijo Antonia Carvajal, el trabajo en la educación siempre tiene retos, “pero la fortaleza de esta facultad permitirá tener grandes logros, pues su principal fuerza motora es cada uno de los integrantes del plantel. A todos nos llena de orgullo saber de nuestros egresados, de su desarrollo como profesionistas en las diferentes áreas de acción” finalizó.
También estuvieron en el presídium: Joel Nino, secretario general; Omar Brizuela, delegado en Coquimatlán; Mario de Anda, director general de Educación Superior y Jaime Novela, presidente de la FEC.
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