
ALTERNANCIA, ESTADO SIN RETORNO
La jornada del 1 de julio significa un parteaguas en la vida política del país y de nuestro sistema electoral, en función de que el voto de más de 50 millones de mexicanos, modificó la composición de los tres órdenes de Gobierno. Merced a dichos resultados, se generó la segunda alternancia en el Ejecutivo Federal, pero igual se registró en entidades federativas y cientos de ayuntamientos.
Nuestro sistema democrático perfectible, pero cada vez más confiable, se encargó de organizar y operar la elección más concurrida, más vigilada y más competida de la historia de México. El proceso recibió ya el visto bueno y hasta reconocimientos elogiosos de gobiernos extranjeros y observadores internacionales. Esa percepción mayoritaria obedece a que fue una jornada concurrida, participamos el 63.34% de la nómina, no obstante las condiciones climáticas adversas de ese domingo 1, como las altísimas temperaturas en el norte y la lluvia generalizada en el resto del territorio nacional, como en Colima. Contra los peores augurios, cabe destacar que el proceso se desarrolló en paz y tranquilidad, pese a temores de violencia por parte del crimen organizado.
En 2006 el territorio nacional se había dividido en la elección presidencial en prácticamente dos zonas, el sur y centro votaron por la coalición del PRD, en tanto que en el norte y occidente por el PAN. Entonces, el PAN ganó 16 entidades y la izquierda otras 16. El PRI ninguna. Este año, 2012, el PRI ganó Chiapas, Campeche, Hidalgo, Michoacán y Veracruz que en 2006 logró la izquierda, por lo que el mapa electoral no se dividió de manera tan drástica.
Es interesante observar que un importante número de votantes no prefijaron el rumbo del país en un mismo sentido, en virtud de que sufragaron por un partido para Presidente de la República, pero por otro en el caso de senadores y diputados federales e, inclusive, por otro en la elección de autoridades locales, en aquellas entidades donde se registraron comicios concurrentes. Otra manera de ver este rediseño, es que en los comicios para gobernadores, el PRI rescató Jalisco y Chiapas, retuvo Yucatán, y perdió Tabasco; el PAN, conservó Guanajuato y perdió Jalisco y Morelos y, el PRD, perdió Chiapas, retuvo el Distrito Federal y ganó Morelos y Tabasco.
El estado de Jalisco había sido gobernado por el PAN en tres sexenios consecutivos; Chiapas, llevaba dos administraciones perredistas coaligadas con el resto de partidos de izquierda y hasta con el PAN; Morelos tiene 12 años de gobiernos blanquiazules; Tabasco registró por primera vez una alternancia; en, cambio el Distrito Federal permaneció con el PRD, Guanajuato con el PAN y Yucatán con el PRI. Esas diversas opciones políticas por las que deciden cientos de miles de ciudadanos es lo que se llama el voto diferenciado, útil o razonado. Ello no necesariamente quiere decir que esos votantes hayan estado confundidos por ideologías o programas políticos, sino que han decidido en función de lo más conveniente y práctico, sea su país o localidad. Como consecuencia, los actores políticos y partidistas se obligan a corresponder, a cumplir a satisfacción, so pena de quedar en el camino con sus aspiraciones.
Como puede advertirse, este voto, el razonado, la pluralidad política, las situaciones coyunturales y otros factores definieron el actual mapa político de México, aspecto que sin duda conviene a la democracia y, por tanto, consustancial a una realidad sin retorno, donde la condición del electorado es: o cumples o cumples, ni paso atrás, ni un movimiento al pasado autoritario ni a la imposición política, de caprichos o demagogia. México ya es adulto.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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