ENTRE EL PAN Y EL CAFÉ

PEPE NARANJO | Opinión | 31/08/2012

Carta abierta a Enrique Peña Nieto

Los millones de ciudadanos mexicanos que queremos a nuestro país, que aspiramos a los mejores niveles de bienestar social y de desarrollo para toda la población, nos sentimos profundamente satisfechos por el fallo final -definitivo e inatacable- del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el que se rechaza la solicitud de invalidez de la elección presidencial que presentó el "Movimiento Progresista" y por ende, le reconoce como el legítimo triunfador del proceso electoral del domingo 1 de julio, y como consecuencia será Usted nuestro próximo Presidente de México.

Quienes somos priístas de toda la vida, quienes sí creemos en las instituciones del Estado Mexicano y quienes sí respetamos las decisiones de los órganos legalmente establecidos para dirimir este tipo de impugnaciones (sean favorables o no), quienes sí respetamos el imperio de la ley, nos sentimos felices y orgullosos de esta decisión, que le da certidumbre jurídica, social y política a nuestro amado México y a la sociedad misma.

Don Enrique, con emoción y satisfacción por esta trascendental decisión, lo felicito a nombre propio y de quienes conformamos el Grupo Comala, agrupación ciudadana no gubernamental que tengo el alto honor de presidir, por este histórico acontecimiento que marca el inicio de una nueva época para nuestro país, que estamos seguros será muy positiva para los millones de mexicanos que confiamos en Usted y en su proyecto de gobierno.

Desde hoy y hasta el final de su administración, le respaldamos plenamente en todas las decisiones que tomará pensando en el beneficio de la Nación Mexicana y estamos seguros de que así lo hará. Por favor no nos defraude, don Enrique.

Respetuosamente le invitamos a conformar el mejor gabinete que jamás se haya tenido, con los mejores hombres y mujeres que respondan a las expectativas de todos los mexicanos, no sólo de quienes simpatizamos con Usted, sino también de quienes en su legítimo derecho, optaron por otra opción al momento de votar. Hay cientos, miles, millones de personas brillantes, capaces y deseosas de aportar lo mejor de su inteligencia y talento por México.

Usted será orgullosamente nuestro Presidente a partir del próximo 1 de diciembre, pero no sólo de quienes somos priístas y simpatizamos con usted, sino de todos los mexicanos, por lo tanto está obligado a atender todas las expresiones sociales y políticas, que con nuestro respaldo moral y nuestro trabajo político-partidista podrá cumplir de la mejor manera.

Somos más... muchos más, los que confiamos en Usted, los que estamos felices y contentos con el fallo del TEPJF, los que nos congratulamos de que sea el próximo Presidente de México, y somos más también los que confiamos en que sus propuestas de campaña serán concretadas, para lograr un mejor país para todos. Por favor no nos falle, don Enrique.

Que nunca se repitan los errores del pasado, para que nunca más perdamos la Presidencia de la República. Es tiempo de hacer bien las cosas, de trabajar más y mejor por todos los mexicanos y en ese empeño nos tiene incondicionalmente a quienes trabajamos por su proyecto en la reciente campaña proselitista.

Los mexicanos en su inmensa mayoría somos gente noble, trabajadora, solidaria, honesta, que queremos vivir en paz, con bienestar y seguridad, que queremos recuperar la tranquilidad en las calles, barrios y colonias, en las comunidades y los municipios; queremos vivir en un país donde haya igualdad de oportunidades para todos en salud, educación, trabajo y vivienda digna. Queremos vivir en un país de libertades -no de libertinaje-, de respeto, de pluralidad, de tolerancia. Y estamos seguros que con Usted recuperaremos la grandeza de nuestro México.

Sabemos que a partir de hoy arreciarán los ataques de quienes movidos por su propio interés político y personal descalificarán su triunfo y la decisión del TEPJF; de aquellos que no saben asimilar las derrotas. Sabemos que ante esos embates tendrá la mesura, la tranquilidad, la madurez, la inteligencia y la sabiduría para escuchar y no caer en provocaciones que en nada abonan a la paz social.

Los mexicanos somos inteligentes: queremos vivir en sana paz, con bienestar, seguridad y desarrollo, no con violencia ni estallido social. Somos millones los que día a día salimos de casa muy temprano a trabajar honestamente para atender las necesidades de nuestras familias y contribuir a la grandeza de México. A cambio, son pocos -muy pocos- los que apuestan al fracaso, a la guerra, a la inseguridad y la violencia. En síntesis, los que quieren un estallido social que no llegará.

Inicia hoy una nueva época para el país, para el Estado de Colima, para nuestro querido municipio de Comala, Pueblo Blanco de América y el Mejor Pueblo Mágico de México.