Habemus Liga, Copa y Champions
La era post-Pep en Barcelona inició de la peor forma para Tito Vilanova. El que fuera segundo de a bordo del técnico más ganador en la historia del FC Barcelona, ha tenido un arranque esperanzador en la Liga de España, con un Messi que no cae de las expectativas y que anota de a dos por partido, sin embargo, en el primer título que disputó de manera seria ante el archirrival –la Supercopa de España- el cuadro catalán dejó algunas dudas que hacen añorar la presencia de Guardiola en el banquillo culé.
Sin la presencia del capitán Puyol, la defensa del equipo catalán hace crisis, y aunque eso también pasaba con Guardiola, era realmente raro ver que el Madrid se adueñara de un duelo ante el Barcelona, dejando a los blaugranas indefensos ante los ataques del ya conocido estilo de Mourinho en el Madrid.
Los merengues habían llegado con presión. Haber dejado cinco puntos en las primeras dos jornadas de la Liga, supusieron incluso una crisis de vestidor no vista con anterioridad, o al menos en los últimos doce meses. Pero también, la presión de ganar la Supercopa para no ceder todo el terreno a los blaugranas los hizo fuertes. Me imagino que ni el mismo Vilanova se imaginó el vendaval madridista en el inicio del encuentro.
He ahí una de las posibles grandes diferencias con Pep Guardiola. El ex entrenador barcelonista era pilar de su equipo en estos grandes clásicos ante el Real Madrid, al contrario de Tito Vilanova. La experiencia en cancha de Pep le permitía reconocer las condiciones de cada clásico, casi de manera natural; una de sus grandes virtudes.
La sombra del mejor Barcelona de la historia, y la creencia de muchos de que este cuadro de Pep ha sido el mejor club de la historia de este deporte, es todavía un golpe moral al Madrid que está en tratamiento. Mourinho, quien dice ser “el único” y no “el especial”, busca dejar un legado no reconocible en él, quien siempre se ha caracterizado por ser un entrenador que se adapta a las condiciones para ganar, y no uno que genera las condiciones para ganar, como lo llegó a hacer Pep.
Después de la intensidad de este duelo por la Supercopa, tuvimos una muestra de que esta temporada los clásicos del futbol español también serán universales, parejos, y de grandes rivalidades individuales, no solo colectivas. Habemus Liga, Copa y Champions.
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