?

COMENTARIO HOMILÉTICO

Administrador Colimapm | Opinión | 16/03/2025

“GUIADOS POR CRISTO PARA CONTEMPLAR LA GLORIA DE DIOS”

LC 9,28B-36

POR: Pbro. Jorge Armando Castillo Elizondo

Continuamos el tiempo cuaresmal acompañando a Cristo en los momentos de revelación y manifestación de su identidad. Ahora, del desierto pasamos a la montaña. La imagen de la montaña es sugestiva porque nos recuerda la altura a la que debe tender nuestro espíritu para encontrarse con Dios, es signo del esfuerzo y del sacrificio por llegar a la cima. En este pasaje, dentro de un contexto de oración Jesús mostrará su gloria a tres de sus discípulos para hacerles comprender que el plan de Dios y sus promesas, presentes en las Escrituras, se están realizando en Él, el Hijo amado. Atendamos con fe los signos de su manifestación y gocemos de ser parte de aquellos que han visto y escuchado al verdadero Hijo de Dios.

El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios y tiene la capacidad para poder entrar en relación con Él. Dios al concederle la vida le concedió un alma para que el hombre fuera capaz de conocer y aspirar también a lo espiritual, a lo más grande y no solo se redujera a las cosas de este mundo. Decía Aristóteles que “no hay nada en la inteligencia que no haya pasado por los sentidos”, haciendo entender que todo conocimiento viene al hombre por medio de los sentidos. Evidentemente, por medio de los sentidos el hombre entra en relación con el cosmos, en cambio, las realidades espirituales y sobrenaturales le son imperceptibles. Frente a esta imposibilidad, Dios por designio de su voluntad ha querido manifestarse por medio de algunos elementos para que el hombre pudiera reconocer su voz y su presencia. Habla al corazón, muestra signos y finalmente envía a su Hijo para que nos dirija en nuestra voz y palabra su divina voluntad. Desde el principio de la revelación de Dios es fundamental la fe, creer en Él y en sus promesas para poder comenzar un camino de comunión con Él.

Dios habla a su pueblo por medio de testigos elegidos por el mismo, jueces, justos, profetas y reyes, para ir así preparando a su pueblo a escucharle en la voz de su Hijo Jesús. Así lo leemos en el texto a los Hebreos: “Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo el universo; el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia” (Heb 1,1-3). Dios ha dirigido su palabra al hombre y su palabra está contenida en la Sagrada Escritura, pero la manifestación más potente de su palabra en el envío de su Hijo al mundo.

Esta manifestación podemos contemplarla con mayor claridad en la trasfiguración de Jesús en la montaña. En ese momento Jesús les hace ver a sus discípulos esa gloria que estaba velada y escondida en su humanidad. Jesús no ostentó jamás su divinidad, aunque podía hacerlo, pero prefirió manifestarse en los signos y rasgos humanos más humildes. Por tanto, la finalidad de la transfiguración era importante para alentar a sus discípulos y prepararlos a la experiencia de su pasión y muerte que estaba por llegar. Sobre todo, los confortaba con la certeza más importante que tendrían que conservar en su corazón y que viene de parte de Dios Padre que les habló desde la nube: “Este es mi Hijo, mi Elegido; escúchenlo” (v. 35).

En un contexto de oración el Señor se trasfigura, y de igual manera, es en un contexto de oración que se manifiesta a cada uno. Es indispensable y necesaria la oración para que nuestra vida vaya cambiando, para permitirle a Dios que vaya iluminando lo más profundo de nuestro corazón y de nuestra alma. Aún en la oscuridad de la noche, la oración brillará como una luz, y nos ayudará a mostrar con mucha humildad la luz que viene de Dios y la fe que llevamos dentro. Por eso, necesitamos alimentar la fe en nuestro corazón con la oración para que podamos ver a Dios no con los ojos del cuerpo, sino con los ojos del alma, para reconocer que Dios sigue actuando entre nosotros, aunque no lo podamos ver y Dios concederá a cada uno de nosotros poder contemplarle cara a cara. Quien contempla a Dios en el presente, estar preparado para contemplar su gloria eternamente. ¡Ahora es tiempo de escuchar y creer, mañana será el tiempo de contemplar y gozar!

The feeling of replica handbags uk is noble and gucci replica , but hermes replica black replica hermes bag will not give this handbags replica. The black Hong Kong-flavored shoulder replica handbags is engraved with a delicate kitten pattern, giving a kind of Playful and cute feeling.