PERGAMINO BALOMPÉDICO

ALEX CARBAJAL BERBER | Deportes | 02/08/2012

Destino Londres

Londres 2012 ha iniciado, y el futbol mexicano vive momentos de excitación tras los recientes buenos resultados de la selección de Luis Fernando Tena, pese a que el funcionamiento no sea nada el mejor por parte del equipo mexicano que tendrá que agradecer su pase a cuartos, en mucho, a lo hecho por Giovani Dos Santos en los pocos minutos que le había otorgado la cuestionable decisión del entrenador.

Y toca bailar con una de las feas, Senegal; equipo que se clasificó en el grupo de Gran Bretaña, y que recuerda a aquella Nigeria que sorprendió con Nwankwo Kanu en su mejor momento. Aquellos africanos que ganaron el oro olímpico en Atlanta 1996, dejaron fuera en ese momento a un representativo mexicano que, al menos en nombres, era superior a esta edición azteca de 2012.

Senegal, con su fortaleza, exigirá máxima atención de los mexicanos. Si bien el funcionamiento no ha sido el óptimo, lo mejor de esta oncena nacional es su defensa. Se han ido en ceros en tres partidos, y eso no es fácil. Si esto es suficiente para ganar una medalla olímpica será por varios factores. Uno de ellos, y de los más importantes, es que Londres 2012, ya sea por calendario, o porque el distanciamiento entre el Comité Olímpico Internacional y la Federación Internacional de Futbol Asociación es cada vez mayor, es una competencia con grandes ausencias de figuras verdaderas.

Otro aspecto a considerar en la posibilidad de México de sumar una presea olímpica, es la presencia de conjuntos sorpresivos que son los verdaderos animadores del torneo. Algunos no tan sorpresivos, como Brasil, Gran Bretaña, pero sí debemos reconocer la calidad de candidatos antinaturales en este tipo de competencias, como es el caso de Japón.

Pero esa presión de tener que ganar lo nunca ganado es cada vez una losa más pesada para los porristas disfrazados de periodistas. En México hay cualidades, sin duda, pero no se debe exagerar en las posibilidades. Partido a partido se verá la realidad, y una raza que se complica en demasía al físico de los mexicanos sí es un obstáculo.

Las exigencias también tienen un porqué, obviamente. La razón, las pocas medallas que seguramente cosechará la delegación mexicana en Londres. Así que, a final de cuentas, el futbol olímpico se suma a los distractores electorales de este 2012, y es altamente necesaria, de paso, para legitimar las decisiones de la Federación Mexicana de Futbol, como puede ser la gestación de la Liga y Copa MX.

Lo que queda por ver, si finalmente México logra la tan deseada presea olímpica, es quién de nuestros guerreros aztecas se echa el equipo en la espalda. Hasta el momento ha sido Giovani, el carioca-mexicano que sí ha cambiado su mentalidad de aquél que salió por la puerta de atrás del Barcelona.