![](/Content/banners/nada.png)
*Christian Ortiz, oceanólogo y profesor de la Facultad de Ciencias Marinas, destacó que desde hace 15 años se realizan estos estudios en las costas de Colima, a través del Grupo Universitario de Investigación de Mamíferos Marinos (GUIMM).
El avistamiento de ballenas en las costas de Manzanillo es un recordatorio de la riqueza natural que rodea las aguas mexicanas y la importancia de su protección. Recientemente, el académico universitario Christian Daniel Ortega Ortiz, estudiantes de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima y periodistas se unieron para llevar a cabo una expedición y monitoreo a mamíferos marinos en mar abierto.
El objetivo del recorrido fue observar ballenas en las costas de Manzanillo. Esta actividad no sólo se realiza con un fin científico, sino también en favor de la educación ambiental y la importancia de la conservación marina.
En entrevista, el oceanólogo y profesor de la Facultad de Ciencias Marinas destacó que desde hace quince años se realizan estos estudios en las costas de Colima, a través del Grupo Universitario de Investigación de Mamíferos Marinos, GUIMM.
El docente contó que hace tiempo replicó una dinámica de trabajo que realizaba en el Laboratorio de Ecología de Cetáceos del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto Politécnico Nacional, La Paz, Baja California Sur, y entonces creó un grupo conformado por estudiantes, cuyo objetivo es estudiar los mamíferos marinos, particularmente ballenas o delfines, y llevar a cabo actividades de educación ambiental, investigación y académicas.
Información relevante sobre los avistamientos
Recordó que el 25 de enero se cumplieron quince años de la primera salida a campo en las costas de Colima, con la finalidad de conocer qué especies hay en la región, cuáles visitan las costas, y si estaban de paso o venían a reproducirse. “Durante estos años de trabajo hemos encontrado información biológica y ecológica importante sobre estas especies. Muchos estudiantes han pasado por este grupo, logrando titularse o haciendo un posgrado. Han logrado aprendizaje con las actividades de campo, de educación ambiental y trabajo de gabinete”, contó.
Ortega Ortiz también agregó que hacer este tipo de investigación no sólo implica salir al mar y ver ballenas. También existe una labor de regresar, registrar datos, bajar información, analizarla y comprenderla para aterrizarla en una tesis o una publicación científica. Sobre lo más relevante de los avistamientos, dijo que la investigación de mamíferos marinos, hace quince años, en Colima era nula. “Los únicos conocimientos que existían eran de cruceros en la sección oceánica de nuestras costas, que lo realizaron investigadores de Estados Unidos, por lo tanto, cualquier hallazgo era novedad”, recordó.
Así, contó que ha registrado animales con diferentes coloraciones en la piel, crías de lobos marinos recién nacidas y especies de galápagos, así como ballenas jorobadas del hemisferio sur y su permanencia en la costa. “Lo más relevante ha sido la presencia de orcas, estos grandes delfines que usualmente teníamos la idea de que sólo habitaban en aguas muy frías, pero no ha sido así; las hemos visto alimentándose y navegar en grupos pequeños conformados por un macho, una hembra y algunos jóvenes con características diferentes. Pensamos que es un grupo diferente al resto de las orcas que existen en el mundo”.
El avistamiento más reciente
En el último avistamiento de la reciente visita, dijo que tomaron fotos, recolectaron muestras e hicieron grabaciones de los mamíferos marinos en la zona, esto para alimentar las bases de datos. “Compartimos la actividad de investigación con periodistas de la región, quienes desde hace años juegan un papel esencial en la divulgación”, narró.
Durante esta exploración, continuó, “tuvimos más de cinco avistamientos de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae), delfines moteados (Stenella attenuata) y tortugas golfinas (Lepidochelys olivacea)”. Además, destacó que entre los avistamientos de ballenas observaron a una madre con cría, cerca de la playa, que interactuó con un barco que entraba al puerto, un par de adultos en cortejo, y algunas exhalaciones llamativas por el hecho de reproducirse cada invierno y primavera.
“Observar ballenas en una lancha es fascinante; tenemos el derecho de hacerlo, pero también es una actividad de riesgo. Estamos invadiendo el hábitat de estos grandes mamíferos, que miden más de 12 metros y pesan 40 toneladas; si no se tiene la capacidad o el conocimiento por parte del responsable de la embarcación, es peligroso”, advirtió
En este sentido, compartió que con motivo del Día Mundial de la Educación Ambiental (26 de enero), realizaron una actividad piloto en la que emplearon binoculares de alta potencia en un mirador ubicado en un centro comercial de Manzanillo, lo que permitió ver y asombrarse con la presencia de estos mamíferos.
“Nos visitaron más de ochenta personas adultas y menores de edad, vimos que funcionó y el Ayuntamiento de Manzanillo nos ayudó a replicarlo; entonces, los últimos domingos de febrero y marzo, se repite esta actividad de educación ambiental. En caso de no ver ballenas, estudiantes y docentes compartimos información sobre las especies que nos visitan, les mostramos las barbas de los cetáceos y los sonidos que realizan los machos para atraer a las hembras, entre otros detalles”, dijo.
La embarcación de la Facultad de Ciencias Marinas se encuentra resguardada en el Hotel Las Hadas, donde les facilitan el uso de la rampa, muelle y les compran combustible. Desde allí, zarpan hacia las bahías de Manzanillo y recorren el sur frente al municipio de Armería, las costas de Cuyutlán y El Paraíso. También han llegado hasta Playa de Oro, Barra Navidad, Melaque y Bahía de Tenacatita.
Todo el equipo, continuó, “geoposicionadores, binoculares, cámaras digitales con fotolente para tener imágenes de alta calidad, grabadoras digitales, hidrófonos, las ballestas para extraer las muestras del tejido de los organismos y los hidrófonos, es propiedad de la UdeC, son materiales que se han adquirido con proyectos de años anteriores”.
Actualmente, destacó el científico, sus estudiantes trabajan con ballenas picudas, (Mesoplodon densirostris), un mamífero que varó en la playa de Colima hace años con agentes contaminantes en sus grasas, y trabajarán con material fotográfico de quince años para conocer sus rutas y parámetros ecológicos. Además, comentó que también les interesa la interacción de las ballenas con barcos y actividades humanas, como pesquerías y basura marina.
Para finalizar habló de “Buena mar”, una herramienta de divulgación en formato digital de la Facultad de Ciencias Marinas, creada para compartir conocimiento mediante artículos de investigación, noticias, juegos, historias y recetas de cocina. La más reciente edición se encuentra disponible en la página de Facebook de dicho plantel.
Total de Visitas 283732132
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates