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ULTRAMEDIA|Agencias
Londres, Inglaterra.- Los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012 arrancaron este viernes con una ceremonia inaugural convertida en una fiesta profundamente británica e internacional con un conmovedor homenaje a paisajes, historia, cultura y, sobre todo, al deporte en un apasionante viaje sensorial de casi cuatro horas que se extendió hasta la madrugada del sábado en la capital londinense.
En una inauguración vista por millones de personas en todo el mundo y en Estadio Olímpico de Londres, después de la media noche, la reina Isabel II declaro inaugurados los Juegos de Londres en celebración de la XXX Olimpiada de la era moderna", instantes antes de que se revelara el secreto mejor guardado: siete jóvenes deportistas encendieron el pebetero en el Estadio Olímpico donde se celebrarán los Juegos hasta la noche del 12 de agosto.
Bradley Wiggins, el primer británico en la historia en ganar el Tour de France, dio inicio a la ceremonia inaugural haciendo sonar una gigantesca campana para después retirarse porque mañana corre la prueba de ciclismo en ruta, una de las primeras a lo largo de 17 días en los que 10.500 atletas compitiendo en 26 deportes lucharán por llegar a 302 finales.
La ceremonia ideada por Boyle fue fiel al estilo del director, con aceleraciones del ritmo y las imágenes, con momentos para emocionar hasta el tuétano, con pausas, con salidas inesperadas. Y, sobre todo, sin un microsegundo para el aburrimiento.
Afloró casi todo aquello en que se piensa a la hora de escarbar en la cultura y las costumbres británicas: la campiña, la revolución industrial, el rock. Y la reina Isabel, protagonista de uno de los momentos más celebrados de la ceremonia a la que asistieron más de 130 jefes de Estado y de gobierno.
Fue la primera vez en la historia que la monarca participó en un filme, y Boyle lo exprimió al máximo: envió a Daniel Craig, el último actor en encarnar a James Bond, al Palacio de Buckingham. Tras subirla de día a un helicóptero que cruzó toda la ciudad y sus emblemas, la reina aterrizó en paracaídas -figuradamente, era un doble- en la noche de la ceremonia inaugural. Muchos espectadores tenían los ojos vidriosos cuando la reina, ya de carne y hueso, apareció con un vestido rosa suave en el estadio.
La lista de emblemas, momentos y personajes "very british" fue interminable: el Big Ben, el Támesis, Winston Churchill, la BBC, el Mini Cooper, el actor Kenneth Branagh y la escritora JK Rowling leyendo el párrafo inicial de Peter Pan. También los acordes de temas de los Rolling Stones, The Who, Queen, Sex Pistols, The Clash, Mike Oldfield, Frankie Goes to Hollywood, The Jam, New Order o una nueva versión de una escena clave de Carros de Fuego que incluyó a "Mister Bean", el actor Rowan Atkinson, ganando la carrera en la famosa escena del entrenamiento en la playa. La música, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Londres.
La única ciudad tres veces sede de unos Juegos Olímpicos desde que la era moderna comenzó en Atenas 1896 se dio un homenaje y un baño de autoestima sin límites, porque recordó todos los momentos clave y positivos de la historia británica. Los negativos, que también los tuvo la mayor potencia colonial de la historia, no aparecieron.
Hubo un recuerdo a "aquellos que ya no están", lo que trajo a la memoria a los 52 muertos en el atentado del metro de Londres del 7 de julio de 2005, un día después de que la ciudad ganara la sede sobre París y Madrid. Y un sentido homenaje artístico-musical al Servicio Nacional de Salud (NHS), del que los británicos se sienten especialmente orgullosos.
Jacques Rogge, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), no fue tímido en sus elogios a Londres 2012, al tiempo que destacó que por primera vez en la historia todos los países completaron la inclusión de mujeres en sus delegaciones. Muchas se emocionaron al escucharlo.
"En cierto modo, los Juegos Olímpicos regresan a casa hoy. Este gran país, amante de los deportes, es ampliamente reconocido como el lugar de nacimiento del deporte moderno", dijo el belga instantes antes de ceder la palabra a la jefa de Estado británica, que este año celebró seis décadas en el torno.
"Fue aquí que los conceptos de deportividad y 'fair play' fueron codificados en forma de reglas claras. Fue aquí que el deporte fue incluido como una herramienta educativa en el currículo escolar", destacó Rogge instantes después de que Sebastian Coe, el jefe del comité organizador, lanzara la frase justa: "Nunca estuve tan orgulloso de ser británico".
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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