PERGAMINO BALOMPÉDICO

ALEX CARBAJAL BERBER | Opinión | 12/07/2012

Nuestras figuras que regresan

Pablo Barrera y Efraín Juárez son solamente dos de nuestras supuestas figuras que regresan tal y como se fueron del balompié mexicano, a excepción de que quizá su ficha mensual es un poco más cara por la presunción de que disputaron –por así decirlo- futbol europeo.

En lo general, salvo algunos ejemplos de Tigres, Puebla, Pachuca o Cruz Azul, los clubes mexicanos se limitaron a elegir entre el carrusel de opciones que circulan dentro de nuestro futbol. Por ende, las expectativas de la Liga MX y el nuevo formato del Torneo de Copa no ha enganchado en la afición tal y como lo esperaban en las oficinas de la Federación Mexicana de Futbol.

Uno de los problemas recurrentes es la ilógica pretensión de buscar un futbol primermundista en un país tercermundista. Obviamente, el ejemplo a seguir es la Liga Premier de Inglaterra, líder mundial en la implementación de mejoras tanto para el sector de competencia, de aficionados y para beneficio de sus clubes.

En México, el problema radica en que el bolsillo del hincha no es lo suficiente poderoso como para competir con, por ejemplo, la Major League Soccer (MLS). El crecimiento de la liga de futbol de Estados Unidos ha sido endemoniado, pues sus equipos y sedes han crecido en correspondencia a una economía en donde los ciudadanos gozan de sueldos reales. Es por eso que en el país de las barras y las estrellas siempre hay algún deporte profesional en auge, dependiendo de si es temporada de beisbol, hockey, basquetbol, futbol americano, y ya incluso, el futbol soccer. Los aficionados, sin importar que sean de la misma ciudad, abarrotan cada espectáculo deportivo, gracias a sus posibilidades económicas.

Y ahora, para rematar, nos han inventado un torneo de Copa que se verá solamente por televisión de paga –aunque eso no tiene mucho de malo si consideramos la tomada de pelo que recurrentemente nos dan las televisoras abiertas-, pero que engrosa el número de partidos, en una decisión que seguramente no aumentará el nivel de competencia de nuestro futbol.

A unos días de iniciar una aventura más por nuestro balompié, hay que tomar en cuenta todos estos factores y apostar porque las pocas nuevas presencias rejuvenezcan nuestro sistema de competencia. Hay casos en los que sí hay esperanza, pero de repente se nos asoma un América en el que no hicieron el esfuerzo por fichar futbolistas de verdadera élite, y en los amistosos previos no muestran las características que lo harían animador indiscutible del torneo.