*Estará desde este 19 de octubre al 31 de diciembre en el Museo Regional de Historia de Colima
Del 19 de octubre al 31 de diciembre el Museo Regional de Historia de Colima será la sede de la muestra “Blanco Pálido Negro”, de las artistas Jessica Gadga y Lucía Torres, exposición que abre las actividades con respecto a la temática de la sal en Colima.
A través de los ojos, las artistas manifiestan en su arte la importancia de la sal en la vida cotidiana.
Jessica GadGa indicó que cuando se decidió que, junto con Lucía Torres se realizaría un proyecto “gracias a Blanca Martínez (curadora de arte), encontramos la sal como el hilo conductor para nuestra exposición”.
Recordó que la sal es un símbolo que ha estado presente a lo largo de la historia… “en mi caso me quise ir a los paisajes de las salinas, pero también al día del espesor del sol, a la noche de la luna que gobierna las mareas y también a la mesa y al final nos complementamos con Lucía, ya que nos fuimos por aristas diferentes.
Explicó que las técnicas utilizadas fueron óleo y dibujo, “para mí la textura era importante y trabajé para que la sal fuera parte de mi obra, además dentro de la textura”.
Por su parte Lucía Torres explicó que su obra se enfocó en la sal dentro de lo que es las personas… ya que siempre está la sal en la mesa. Pero al ver sobre las noches, las mareas y la luna comencé a jugar con el conejo, con los personajes, con la luna y traté de hacer muchos claros y oscuros, traté de hacer contrastes fuertes.
Cabe señalar que los dibujos de la obra presentada van del blanco, al pálido y al negro, esto es por la técnica de cada artista, pues mientras Lucía Torres trabaja con mucha intensidad el color negro, también contrasta con el color blanco; mientras que Jessica Gadga trabaja con el grafito, cuyo tono no llega al negro, pero le aportó porque van las gamas de Blanco Pálido Negro, de ahí surge el nombre de la exposición.
En esta muestra se presentan 22 piezas, “son las que están en exposición y está abierta para el público en general”.
Sobre la sal Jessica GadGa señala: La textura es solo una excusa. Saboreo la sal con mi lengua, es pasado, es presente. Es tiempo. Sal en la casa, en la mesa, en los alimentos, sal en el tendajo de mi abuela, en la carne seca y en los cristales que lamían las vacas... somos de sal. Sal que me rodea, que me lleva a la mesa cotidiana, al salero que nos une... -pásame la sal-… es familia y acuerdo, son mitos, supersticiones... la sal está entre nosotros. Sal cristalina, transparente, clara y pura. Sal en el agua de mar, en el río salado, en mis mejillas, en mi garganta, pies salados, calor, sudor de sal. Es la sal lo que nos forma y transforma, nos une, recuerdos salados que quedan en nuestra memoria, es un pacto; hay sal entre nosotros. Es mirar hacia atrás, vivir en el presente; quizás no quieras voltear, pero hay cristales que te purifican, que disuelven la amargura y que nos recuerdan que la vida tiene sabor.
Mientras que Lucía Torres manifiesta: La sal corroe y conserva. Se construye desde el agua sin embargo deseca. La sal une en la tierra el fuego solar y al agua marina. Dualidad, opuestos. Contrastes que habito, extremos que necesito, el claroscuro interno, que cuando quema la luz del sol le pone el color. Hay sales refinadas y otras sin refinar, hay sal fina, sal gruesa, trozos, pedazos, sal en escamas. Así son mis piensos, se cristalizan uno a uno marchando al alba, materializándose al despertar de la conversación nocturna. Un ayuno de sal para mis entrañas y así calmar la visceralidad. La dualidad de mis adentros.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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