Pergamino balompédico

ALEX CARBAJAL BERBER | Opinión | 05/07/2012

España, la leyenda

Ganar la Euro 2008, el Mundial 2010 y la Euro 2012 es una hazaña nunca antes lograda. Lo hizo España, con dos técnicos diferentes pero respetando un mismo estilo, y con muy pocos jugadores de diferencia entre las plantillas de cada competición.

Ante cada título también hay diferentes héroes. En el primero, Xavi y Fernando Torres, en el segundo, Xavi-Villa-Iniesta, y en el tercero, principalmente, Iker Casillas. Han sido, de igual manera, circunstancias distintas. En todos, quizá un poco menos en el primer título, había una presión constante.

En 2008, la esponja que absorbió muchos de los golpeteos de la exigente prensa española fue el propio entrenador, Luis Aragonés. Había cuestionamientos de todo tipo, pero el más grande venía desde los rotativos de la capital española: ¿por qué no llevar a Raúl? Pese a todo, Aragonés resistió y permitió que el juego de España se desenvolviera de manera natural. Lo ha aclarado, el estilo de la Furia no es del Barcelona, pero el “tiqui-taca” tiene el mismo ADN.

La situación cambió en el Mundial 2010, ya con Vicente del Bosque. Expresamente, cambiaron de goleador, con la presencia de David Villa en gran cantidad de resultados, y con el “Iniestazo” de la final ante Holanda. Sin embargo, el nuevo entrenador entendió que el camino ya estaba marcado. No hizo demasiadas modificaciones, salvo las urgentes, y con la estrategia ya planeada supieron remontar la desventaja de perder en el primer duelo.

Fue en este 2012 cuando España incrementó su historia. Ya había conseguido una Euro y un Mundial, como ya lo había conseguido Francia en 1998 y 2000, pero la exigencia era la de reforzar su leyenda como el mejor equipo del Mundo. No es sencillo. A veces, España muestra sus cualidades en la tenencia de la pelota, pero se complica en la profundidad. El gran reto era ese, y resultó que el temible rival italiano en la final no resultó tan complicado como en el duelo inaugural para ambos en esta competencia.

Así que, en este contexto, llegaron dos finalistas merecedores de estar presentes en este duelo decisivo, y terminó ganando el mejor. El último triunfo italiano fue en el Mundial 2006; si nos remontamos a la época, solamente la expulsión de Zidane impidió que los galos se coronaran en tierras alemanas, por lo que los italianos ganaron ese título sin merecerlo del todo; llegaban con esa esperanza, que pudieran ganar sin dominar el partido.

Revalidar un título en 2014 será altamente complicado para los españoles. No solo por el escenario favorable a Brasil, sino por el recambio generacional que podría estarse efectuando en ese año, aunque algunos futbolistas sí accederán en buena forma al torneo. Lograr el campeonato en Brasil sería la confirmación de que es el mejor equipo de la historia, algo que resulta subjetivo a cada gusto, pero que por resultados podría confirmarse definitivamente.