Cristiano y su revancha
En 2004, cuando Portugal perdió la final de la Eurocopa en su casa, Cristiano Ronaldo pintaba para ser uno de los mejores jugadores del mundo en un futuro cercano. A sus 19 años, perder esa final fue un duro golpe para CR7, tan ególatra como en la actualidad, quien fracasó en liderar esa selección que pasaba por un recambio generacional importante.
La presión de ahora es más grande. Cristiano llega como el segundo mejor futbolista del mundo en los últimos años, y con una victoria europea busca destronar a Lionel Messi de su puesto, en un año donde no hay competencia más importante que el torneo de naciones del viejo continente. Además, la rabia de no ganar Liga de Campeones con el Madrid, pese a la exigencia, se ve en sus intentos por entregar todo de sí con la camiseta portuguesa, misma que no ha disfrutado triunfos rotundos con CR7 en su plantilla.
Sin embargo, el destino lo tiene empecinado a topar con pared. Portugal, pese a su buen torneo, se medirá al ganador de España versus Francia. El favorito, de entrada, es el campeón mundial y europeo, España. Portugal, sobra decir, tendrá que hacer un partido épico para ganarle a la Furia Roja, con todo y las ausencias de Villa y Puyol que sufre el cuadro de Vicente del Bosque.
El ganador de una hipotética semifinal entre Portugal y España tampoco podrá cantar victoria, pues de la otra llave surgirá un finalista de entre Inglaterra, Italia o Alemania y Grecia, la cual pese a la condición de favorito de los teutones, no debe descartar un buen partido de los ingleses ante los siempre sólidos italianos, o la misma reconfirmación del catenaccio.
Lo auténtico de cada Euro es que cada cuatro años, el campeón debe sortear verdaderos obstáculos para poder levantar ese trofeo de grandes gestas. Cristiano, que hace mucho no gana nada importante en clubes, y que en selección siempre ha quedado relegado a ser un animador, muestra la actitud de estar dispuesto a dar el siguiente paso.
Aún así, los favoritos para repetir final europea son alemanes y españoles, a menos que haya una auténtica sorpresa. En términos del G20, sería el país que todo lo puede en Europa contra el que necesita ayuda de toda Europa. Si la crisis financiera de los españoles se replicara en la cancha, estaremos ante el fin del futbol como lo imaginamos. Lo positivo de esto es que seguramente la estabilidad financiera de los países no se refleja en su futbol, pues en ese caso, Méxicó -el país de la eterna crisis-, no ganaría ni un partido, por amistoso que fuera.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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