PERGAMINO BALOMPÉDICO

ALEX CARBAJAL BERBER | Opinión | 24/05/2012

Los campeones

Chelsea y Santos, los campeones del fin de semana, tanto en la Liga de Campeones como en el balompié mexicano, celebraron intensamente sus campeonatos, tras circunstancias que los habían dejado fuera de títulos semejantes, en el caso del Chelsea, eternamente, y en el caso de Santos, por casi un lustro.

Por principio de cuentas, Chelsea fue un justo campeón, pese a que su esquema de juego vaya contra los principios del futbol propositivo. Lo fue justo, aunque el Bayern haya hecho todo para ganar, y se haya quedado a centímetros de adjudicarse la victoria, ante la incapacidad de sus mejores futbolistas.

Criticable el planteamiento del Chelsea en las instancias finales de esta Liga de Campeones, sin embargo, lo que es indudable es su “suerte de campeón” -la justificación de lo injustificable-, cuando vemos fallas tremendas como la de Messi en un penalty –en semifinales-, o la falla también desde los once pasos de Arjen Robben, precisamente en tiempo extra de una final.

El gran artífice: Didier Drogba. Para el marfileño, este duelo era la última oportunidad de lograr un gran título con el Chelsea. De hecho, ya anunció su partida del club, tras descartar querer ver los partidos desde el banquillo, y la posibilidad de ganar esta Champions lo inspiraba al máximo. Tanta fue su enjundia, tanto en semifinales como en la final, que se equivocó por momentos, aunque terminara siendo el héroe, haciendo el empate y ejecutando el penalty de la victoria en la serie definitiva.

Así, criticable o no, el Chelsea se corona en la tragedia de Múnich. La última vez que un equipo perdió una Copa de Europa en su estadio (Roma, 1984), también fue trágico. Quizá, éste será el sello de cada partido donde veamos a un local pelear por el máximo torneo continental.

En tanto, Santos Laguna acabó con el mito del invencible Rey Midas que era Víctor Manuel Vucetich. Si bien doce finales invictas en diferentes torneos son una gesta tremenda, lo cierto también es que Vucetich no había dejado más que sus resultados para la historia del balompié nacional, sin un estilo perdurable.

Humberto Suazo es actualmente el mejor jugador de la liga mexicana, aunque en su calidad de extranjero, beneficia más al futbol nacional que un delantero local sea el que cambie las onzas de estas instancias finales. Tal es la situación de Oribe Peralta, a quien algunos ya comparan con el “Chicharito, pero cierto o no, por lo menos se cuela entre los nuevos seleccionados nacionales a considerar.

Un Santos que sorprendió por lo precavido, a diferencia de un torneo en el que descuidaba su defensa en aras de anotar. A final de cuentas, un campeón justo, para un torneo en donde llegaron los dos mejores de la temporada regular.