*La restauración se realizó entre 2012 y 2022 *Aumentó el área forestal en 88 hectáreas y 180 especies de fauna nativa regresaron a la zona *El aire, agua y materiales pétreos no tienen ningún impacto de contaminación
Coquimatlán, Col. Ternium concluyó de manera positiva la etapa de restauración del Plan de Cierre de Mina Cerro Náhuatl y Estación Jala en Coquimatlán, Colima, que comprende un periodo de 2012 al 2022 en el que se implementaron obras y programas de reforestación, vegetación y rehabilitación de servicios ambientales y por medio del cual se aumentó el área forestal en 88 hectáreas y repobló la zona con 180 especies de fauna nativa. El proyecto es un componente del compromiso de Ternium con la sustentabilidad en las comunidades donde opera.
“Nos entusiasma el incremento del espacio forestal y el regreso de las especies de fauna nativa preexistentes al proyecto minero que hemos logrado desarrollar en Mina Cerro Náhuatl y Estación Jala. La estabilidad física y química de las áreas donde se tuvo operación minera se ha mantenido y hemos reintegrado al uso de suelo estos elementos conforme las normativas, compromisos y obligaciones de impacto ambiental”, explicó Lucía Betanzos, Directora de Medio Ambiente de Ternium México.
La mina dejó de operar hace más de 10 años y dentro de las obras realizadas se reforzaron los taludes (inclinación que se da a las tierras para que se sostengan), infraestructura hidráulica y drenaje pluvial, a fin de mantener la estabilidad física de los depósitos de residuos mineros a lo largo del tiempo. Asimismo, se desmanteló toda la infraestructura y se valorizó más del 90 por ciento de los residuos generados del proceso de desmantelamiento.
“Fueron 3 mil 603 toneladas de residuos de chatarra ferrosa que se enviaron para su reproceso a las acerías de Ternium; más 248 mil 90 toneladas de jales vendidos a APASCO para su reciclado en la fabricación de cemento, y 92 mil 32 toneladas de colas de pre-concentración donadas a las comunidades locales para balastreo de caminos. Sólo se dejó en sitio la infraestructura necesaria de protección patrimonial”, comentó Juan Francisco Martínez, Project Manager Ambiental.
Otro elemento clave fue el monitoreo constante que se realizó en esta zona, pues desde 1987 se ha medido la calidad del agua subterránea y superficial, la calidad del aire, análisis de suelos, estabilidad química de jales y terrenos, y se ha monitoreado la estabilidad física de obras mineras. Al término de las operaciones y al comienzo del Plan de cierre se continuó con los monitoreos, los cuales ayudaron a dar un seguimiento adecuado al proceso de restauración de los servicios ambientales.
“Como resultado del monitoreo ambiental implementado se demostró que las aguas tanto subterráneas y superficiales cuentan con buena calidad, los residuos mineros no son potenciales generadores de drenaje peligroso, la calidad del aire es muy buena y no hay presencia de suelo contaminado por hidrocarburos”, agregó Martínez.
En cuanto al programa de reforestación y vegetación “se sembraron más de 150 mil árboles de diversas especies, como Ceiba pentandra, nativas de la región”, detalló Carlos Cavazos, Ingeniero Ambiental de Minas.
De manera adicional, se tiene un registro de 180 especies de fauna las cuales incluyen 9 anfibios, 22 reptiles, 132 aves, 14 mamíferos y 3 especies de peces. Finalmente, se realizaron mediciones ambientales y se comprobó que el aire, agua y materiales pétreos no tienen ningún impacto de contaminación.
Con este proyecto, Ternium ratifica su compromiso con el cuidado del medio ambiente para lograr un desarrollo sustentable en las zonas donde tiene o tuvo participación activa y así preservar los ecosistemas naturales para las generaciones futuras.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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