PUPITRE AL FONDO

Administrador Colimapm | Opinión | 17/02/2022

PROMESA DE PLAZAS EN LA SEP PARA EGRESADOS COMO TÉCNICOS DEL DEPORTE

POR: Blanca F. Góngora

Los maestros de Educación Física además de ser alegremente esperados cada semana por nuestros niños y adolescentes en las escuelas de educación básica, son docentes con la misma preparación académica que los docentes de otras áreas o asignaturas; es decir; han pasado ellos también por sus estudios de licenciatura y muchos de ellos han continuado su preparación estudiando diplomados, maestrías y doctorados por convicción propia, por deseos de superación personal y profesional pensando a la vez  en la mejora de su práctica docente en beneficio de sus alumnos. Es una motivación que va más allá del aspirar a un mejor salario porque de antemano saben que para la SEP eso no cuenta o cuenta el mínimo. Y si en sexenios anteriores no contaba, ahora menos, pues el presidente de México en su manía por sembrar falsas esperanzas y validar sus arranques discursivos ha prometido que los egresados de la academia que se abrió en un estadio de beisbol en Sonora donde asisten 200 estudiantes de bachillerato que se forman como preparadores físicos o beisbolistas “cuando terminen su carrera y saliendo van a tener su plaza porque la SEP los va a contratar”.

Esa promesa además de ir en contra de los lineamientos marcados en las convocatorias para ingresar al servicio docente en el Sistema Educativo, es una doble ofensa porque ofende al magisterio en activo y ofende a la inocencia y esperanza de esos jóvenes que ahora estudian para convertirse en Técnicos del Deporte. Es una promesa que al, menos en este momento, contraviene todos los lineamientos legales existentes en que se enmarcan los procesos de admisión, los cuales, como primer requisito exigen que los aspirantes a participar en el proceso de admisión deben acreditar estudios de licenciatura y no de egresados técnicos de bachillerato. ¿Por qué ofende al magisterio? Los ofende porque   los maestros saben el gran viacrucis en que se ha convertido el obtener una plaza en la SEP, para muestra los miles de maestros trabajando bajo la modalidad de contrato, años y más años trabajando bajo esta modalidad aspirando a una plaza, concursando para ello, preparándose constantemente y encontrándose con el gran monstruo de mil cabezas  que es la USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros) ya  que  hay miles de candados,  procedimientos, lineamientos, trabas,  para ingresar al sistema. Es una ofensa para el magisterio porque con la simpleza con la que el señor presidente lo dijo refleja que desconoce totalmente toda la problemática que los maestros viven, además de que ni siquiera se informa antes de prometer. Es una ofensa porque demerita la función docente al decirles a los jóvenes que “si no dan el ancho para jugar en ligas profesionales de beisbol de todas maneras van a tener el estudio, van a estar preparados y van a tener su trabajo”, como si ser docente fuera un trabajo de segunda opción para las personas que no dan el ancho en otras áreas.

¿Por qué es ofensivo para los estudiantes de esa academia?  Porque cuando ellos terminen su bachillerato el señor presidente ya habrá terminado su periodo y no habrá nadie que pueda cumplirles la promesa de una plaza en la SEP y aunque este señor continuara, las plazas en la SEP no se obtienen así. Es una ofensa además porque cuando esos estudiantes egresen se toparán con la cruda realidad de que estar en las grandes ligas del beisbol es una posibilidad mínima entre todas las posibilidades laborales, pues si pertenecer a las ligas profesionales del futbol en nuestro país es realmente difícil (siendo este el deporte nacional por excelencia), imagínense ustedes las posibilidades para el beisbol. No dudo de la capacidad de los jóvenes, pero la realidad es más potente que todo sueño guajiro. Esta promesa es incluso una ofensa para los padres de estos jóvenes y para el pueblo en general que de promesas no come y cuyas esperanzas cada vez están más lejos de concretarse.

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