
LO QUE SE TIENE QUE HACER
POR: César Barrera Vázquez
Lo que el gobierno de Indira hará para resolver la crisis financiera del estado, producto de esta insolvencia, dependerá de la capacidad de la futura gobernadora para identificar la verdadera fuente del problema. Así, si es la corrupción, pues la crisis financiera del estado tendría que terminar en el momento de asumir el poder un gobierno que no sea corrupto, como se jacta Indira que será el suyo (es la fórmula del presidente).
En ese supuesto, hay que entender que el dinero ingresa, tanto el del estado como el de la federación, lo que sucedía es que se lo robaban. De ahí la crisis. Consecuentemente, ya sin corruptos, sin ladrones, el dinero ahí va a estar, va a seguir ingresando y se va a poder utilizar, ahora sí, realmente para lo que se necesita.
Bajo esa premisa, Indira no requerirá por lo tanto crear nuevos impuestos, aumentar los ya existentes ni solicitar créditos a corto plazo, en el entendido de que ya nadie se estará robando el dinero. Asimismo, ya en el poder, Indira tendrá todos los elementos para denunciar a Ignacio Peralta y que éste sea condenado por el delito de corrupción.
De igual forma, se tendrán que desprender responsabilidades penales para aquellos funcionarios y legisladores que realizaron un deficiente trabajo de fiscalización de las cuentas públicas o fueron cómplices; y en el caso de los nuevos diputados, tendrán todos los elementos para sustanciar las denuncias contra Peralta, que seguramente impulsará Indira.
Todo eso se tendrá que hacer si la verdadera fuente del problema financiero del estado es la corrupción: Nacho tendrá que ser denunciado y condenado por corrupción; Indira no requerirá de recursos extraordinarios ni de adquirir deuda de corto plazo ni de aumentar los impuestos ni mucho menos crear nuevos, porque le va alcanzar con lo que manda el presidente y con lo que Ignacio Peralta recaudaba ya, que ahora rendirá más sin la corrupción ni los robos.
Ahora bien, si llega la gobernadora y en los próximos meses sigue faltando recursos, no ajusta para el pago de quincenas, se requiere adquirir créditos a corto plazo, aumentar impuestos o crear algunos nuevos –como ya está sugiriendo la gobernadora electa--, entonces el problema de la insolvencia y crisis financiera no es, como creíamos, la corrupción.
¿Cómo sería la corrupción si la gobernadora Indira no es corrupta? Pero, entonces, ¿por qué sigue los mismos efectos, la misma problemática, si ya hay un gobierno honesto? En ese supuesto, entonces, el problema podría responder a otras causas. Podría ser, que la crisis del estado se deba a una mala planeación. Entonces, aquí no solamente sería el culpable Ignacio Peralta, sino también las y los diputado de la 59 legislatura, quienes aprobaron la ley de ingresos y egresos del 2021.
Ellos también tendrían que asumir la responsabilidad de haber aprobado un paquete fiscal deficiente, sin rigor técnico, sin metodología, tan mal diseñado que incluso no se previó el recurso elemental para el pago de las quincenas. Ahí abría que deslindar responsabilidades desde el plano penal, al incumplir con la ley de responsabilidades de los servidores públicos del estado.
También, con base en este supuesto, Indira resolverá muy fácil el problema, porque sólo sería cuestión, de ahora sí, realizar una adecuada planeación presupuestal para el 2022. De igual forma, no se requiere pedir créditos a corto plazo ni crear nuevos impuestos, afectando el bolsillo de los contribuyentes –en plena recesión económica y aumento de desempleos--, porque puede recaudar lo que ya ingresaba con Nacho y el presidente, su aliado político, le va a seguir mandando recursos federales.
Sin embargo, si a pesar de que se hizo una adecuada planeación, persisten los problemas de insolvencia del estado, la falta de recursos, entonces puede que no sea ni la corrupción ni la mala planeación presupuestal. Ya no hay un gobierno corrupto y se tiene una adecuada planeación presupuestal, ¿entonces por qué persisten los mismos problemas?
Podría ser, entonces, que la insolvencia del estado se deba a que realmente no estén llegando los recursos históricos que presume el presidente y que, debido a la crisis económica y de la pandemia, los estados –en este caso Colima--, cada vez tienen mayores problemas para cumplir con lo elemental.
Luego la gobernadora Indira tendría que impulsar una reforma estructural –además de desaparecer secretarías y despedir personal— que garantizara que la federación le diera al estado lo justo, lo equitativo, pues solo del puerto recibe 100 mil millones de pesos anuales. Tendría, junto con otros estados en igual situación, renegociar el pacto fiscal.
Bajo esa premisa, Indira sí estaría justificada para crear nuevos impuestos y aumentar los existentes, así como adquirir créditos de corto plazo. Pero con esto reconocería que el problema no es por la corrupción ni una mala planeación, sino por la falta de ingresos, tanto estatales como federales, tal como lo ha dicho Peralta.
DOS PUNTOS
Si Indira opta por mantener la premisa de la corrupción, como la fuente del problema financiero del estado, no tendría por qué adquirir créditos o aumentar impuestos ni crear nuevos –esto nunca lo hizo Peralta--, pues el problema se resolvería con un gobierno honesto. Por otro lado, si persisten los efectos, es porque las causas se mantienen; es decir, la corrupción.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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