
VIENEN LAS DENUNCIAS
POR: César Barrera Vázquez
El rector Christian Torres Ortiz externó que esta semana se presentarán las denuncias contra el gobierno del estado, por el impago de más de 260 millones de pesos que le debe el gobierno del estado a la Universidad de Colima, deuda que ha crecido desde marzo de este año, último mes en el que se le pagó a la máxima casa de estudios.
En su defensa a la autonomía universitaria, el rector Torres Ortiz ha tenido el respaldo de la sociedad en general, de liderazgos políticos, así como de la misma comunidad universitaria, representada en la Federación de Estudiantes Colimenses (FEC), en la Federación de Egresados de la Universidad de Colima (FEUC) y en el Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad de Colima (SUTUC).
El respaldo ha sido unánime, en ese sentido, porque para todos es indiscutible la importancia estratégica que tiene la Universidad de Colima en el estado, no sólo en su área de investigación y formación de estudiantes de nivel medio superior y superior, sino en la influencia y trabajo que tiene dentro de sectores fundamentales para el desarrollo económico del estado.
La aportación de la Universidad de Colima, en una amplia gama de sectores de la población (estudiantiles, culturales, profesionales, académicos, gubernamentales) es incontrovertible y nadie pone en duda esta influencia positiva. De ahí el amplio respaldo que tiene la lucha de la autonomía emprendida por el rector.
Recientemente, el órgano máximo de decisiones de la Universidad de Colima, el consejo universitario, determinó, en pleno, respalda todas las decisiones que defina emprender el rector Torres Ortiz, con el objetivo de que el gobierno de Ignacio Peralta salde esta adeuda de más de 264 millones de pesos y cuyo pago es indispensable para garantizar el sustento de ciento de trabajadores universitarios.
De esa forma quedan legitimadas todas las acciones que emprenda el rector, en la defensa de la autonomía universitaria y la preservación del patrimonio universitario. Si bien puede recurrir a manifestaciones, lo más seguro es que la batalla se centre en plano legal, donde la Universidad de Colima tiene todas las de ganar, ante el palmario incumplimiento del estado.
En ese sentido, más que Ignacio Peralta –quien pareciera ir difuminándose cada vez más del escenario político—la que capacidad de gestión política es Indira Vizcaíno, la gobernadora electa.
En la lógica de que a ella le tocará, de todas formas, asumir el cumplimiento de este adeudo, la gobernadora electa haría bien en acelerar la gestión para que la federación le dé al estado, lo más pronto posible, el recurso necesario para pagar este adeudo con la Universidad de Colima.
De esa forma, Indira se quitaría un pendiente al asumir la gubernatura, sin tener que arrastrar la deuda de 264 millones que creció durante los últimos meses del gobierno peraltista.
Al final de cuentas, cuando llegue a la gubernatura, tendrá que asumir esta responsabilidad. Por eso, lo mejor es gestionar el pago de este adeudo para que se finiquite antes, mucho antes de que se interpongan las denuncias pertinentes y tenga que asumir, ahora sí como gobernadora, además de la deuda, las consecuencias legales de este incumplimiento.
DOS PUNTOS
El incremento de fenómenos naturas, cuyos efectos dejan cuantiosos daños y la pérdida de vidas, tiene una clara correlación con el cambio climático, propiciado por los altos niveles de contaminación y los modelos de desarrollo insostenible que seguimos, inexplicablemente, manteniendo.
En estos momentos tan críticos, de pandemia y cambio climático, debería el presidente encabezar un histórico cambio de modelo de desarrollo, tanto económico y productivo. Sin embargo, seguimos con las mismas prácticas depredadoras y de consumo voraz, las mismas del periodo neoliberal, y en algunos casos incluso retrocediendo y eliminando lo poco que se hizo bien y servía.
No parece importarle este tema al presidente. No lo habló durante el encuentro con líderes del caribe y Latinoamérica, cuyos temas más difundidos fueron un reclamo que hizo al presidente Biden por el embargo a Cuba y los dimes y diretes entre los presidentes de Venezuela y Paraguay.
Van tres años de este gobierno, y cada vez hay menos esperanza de que se impulse las reformas trascendentales que realmente necesita el país, necesarias para ahora sí cambiar hacia un modelo más sustentable de desarrollo, sin florituras discursivas ni retóricas demagógicas.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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