BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 24/06/2021

SERVICIO PROFESIONAL DE CARRERA

Difícilmente la administración pública se puede mejorar y dar un servicio más eficiente a la población, cuando quienes ocupan cargos relevantes son elegidos por simpatías políticas, familiares o por una relación de amistad y cercanía.

Recientemente, el presidente López Obrador defendió a una decena de integrantes de su ayudantía, quienes pasaron de realizar labores como cargar maletas y documentos, abrir paso a su camioneta y hasta desinfectar, a ser funcionarios de alto nivel en su gobierno.

¿Por qué si estos jóvenes son capaces y están adoctrinados a la ideología del nuevo régimen –como presumió el presidente--, no tuvieron desde un principio de su gobierno estas responsabilidades? Pareciera que la designación vino después de arraigar la simpatía de un trato personal y cercano.

Está el caso, por ejemplo, de Arlette Silva, quien pasó de correr a un lado de la camioneta del presidente y realizar labores propias de seguridad, para ahora autorizar más de 500 millones de pesos, como gerente de contrataciones y proyectos de Pemex.

O, de igual forma, los casos de Carlos Sánchez y Alejandro Antonio Calderón, quienes estuvieron en la logística de la campaña de López Obrador y ahora ocupan las coordinaciones nacionales de infraestructura hospitalaria y la de abastecimiento y distribución de medicamentos e insumos del Insabi, respectivamente.

¿Qué tanto está vinculado la elección de trabajadores a dedazo con las fallas, deficiencias, el mal trabajo de administración y, por ende, de servicio que se le presta a la población?

¿Tendrá relación con el desabasto de medicamentos a nivel nacional, sobre todo para niñas y niños con cáncer, que el encargado del abastecimiento haya sido de los de “avanzada”, como les dicen a los de logística, en la campaña de López Obrador?

Como no hay un servicio profesional de carrera efectivo, como norma insoslayable para la contracción de personal, pues el presidente o cualquiera que tenga el poder eligen, libremente, a quien desee contratar.

Por lo tanto, se requiere de una implementación real de un servicio profesional de carrera, como sucede en la esfera del poder judicial y también en el sector salud público, donde las pruebas de oposición definen quiénes ingresan al servicio.

Lamentablemente, el presidente (como los que le antecedieron) no coincide con la profesionalización de la administración pública. Todo lo contrario: el presidente quiere permear la idea de que gobernar no es una ciencia y que la administración pública no es tan difícil.

Describe al gobierno como un elefante obeso, lento y perezoso, reumático, que no trabaja; y con el apoyo de esa imagen se la ha pasado desmantelando el aparato gubernativo, disminuyendo aún más su trabajo operativo y de servicio, en aras de la austeridad.

Por eso dice que para trabajar en el gobierno se requiere 90% honestidad  y 10% de capacidad; una patraña que mucha gente le compra y cuyas consecuencias directas son los males servicios que padecemos.

DOS PUNTOS

La impugnación del triunfo de Margarita Moreno a la alcaldía de Colima es una reacción vindicativa de Morena a la impugnación de la gubernatura, por parte de la dirigencia del PAN. Fue una acción más mediática que legal, con el afán de empañar el triunfo decisivo que tuvo Margarita en las urnas el pasado 6 de junio.