
DE NARCOVIOLENCIA A NARCOTERROR
El 15 de septiembre del 2008, en el centro histórico de Michoacán, un grupo criminal atacó con granadas de fragmentación a la muchedumbre reunida para celebrar el grito de independencia: siete personas perdieron la vida y 132 resultaron heridas en lo que se considera el primer ataque terrorista en México.
Lo que se vivió el sábado pasado en Reynosa, Tamaulipas, nos evoca el atentado en Morelia del 2008, acción que preludió la escalada de violencia que siguió creciendo durante el gobierno de Felipe Calderón y que hoy, en el gobierno de López Obrador, se agudizó hasta romper récords históricos en ejecuciones.
Si bien no podemos comparar a los grupos criminales en México con Al Qaeda, ISIS o ETA –pues carecen de un trasfondo político e ideológico--, las prácticas son las mismas: crear terror en los grupos civiles a través de ataques bien concertados y deliberados.
En el 2008 en Morelia aventaron granadas de fragmentación a la masa multitudinaria y el sábado, en Reynosa, un convoy de la muerte desfiló por las calles y asesinó a 15 civiles, entre las que se incluían personas de la tercera edad, trabajadores de obra y jóvenes estudiantes.
El denominador común de estos dos hechos que se suscitaron en gobiernos diametralmente opuesto, política e ideológicamente, es la violencia, la muerte y el dolor de los deudos, de las víctimas que le sobreviven. Sucedió hace 13 años y se vivió, otra vez, la semana pasada.
La retórica grandilocuente del nuevo régimen de López Obrador no oculta esta realidad: ni se acabaron las masacres ni los grupos del narcotráfico se portan bien, como presume el presidente en sus mañaneras.
La realidad es que la violencia en México sigue creciendo sin control y cada vez se ensaña más con los grupos civiles, migrantes y demás sectores desprotegidos, ajenos a la actividad delictiva.
Y lo inexplicable es que la estrategia sigue siendo la misma que durante la guerra de Calderón: la militarización de la seguridad pública. Irónicamente, el presidente López Obrador, cuyo adversario favorito es Felipe Calderón Hinojosa, sigue los mismos pasos que provocaron la narcoviolencia en México.
Con lo del sábado, precisamente, estamos viviendo hechos que no veíamos en más de una década de combate al crimen organizado, lo que refleja que el gobierno de López Obrador no solamente retrocede en economía, empleo, sino que también en seguridad vamos de mal en peor: de la narcoviolencia al narcoterror.
DOS PUNTOS
Con la clausura de la XXIII Jornada del Libro Universitario Altexto 2021 se inaugura, por otro lado, el regreso gradual a las actividades presenciales en la Universidad de Colima. El rector Torres Ortiz Zermeño celebró que la fiesta de los libros sea el preámbulo para el reinicio de las actividades presenciales en el ciclo escolar agosto 2021 – febrero 2022, pues estos días no sólo fueron el reencuentro con la lectura y los libros, “sino con toda la comunidad en algunos espacios universitarios”.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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