
LA COPIP, EL SIGUIENTE PASO
Mucha polémica generó, en una parte del gremio reporteril, la reforma a la Ley General del Ejercicio Periodístico del estado de Colima, con la cual la Comisión General para la Protección Integral del Ejercicio Periodístico (COPIP) se convierte en un organismo autónomo.
Esta conversión le da personalidad jurídica a la COPIP, presupuesto y patrimonio para cumplir, con un mayor alcance y efectividad, su objetivo de garantizar que las y los periodistas informen a la población.
Sin caer en el ánimo de polarizar con quienes arguyen que la COPIP sería cooptada por el gobierno y sus integrantes supeditados a los intereses de quien detenta el poder, el hecho trascendental, más allá de este argumento ad hominem, es lo que se logra con esta reforma.
Antes de esto, la COPIP no tenía nada: se sesionaba en cafés o instalaciones prestadas a la CEDH; sus integrantes, de sus propios recursos, invertían en papelería y subvencionaban gastos inherentes al trabajo realizado, sin tener si quiera una personalidad jurídica, por lo que su accionar era más testimonial que legal.
Al darle patrimonio, personalidad jurídica y presupuesto, las y los legisladores permiten que la COPIP sea funcional, tanto operativa como legalmente, para cumplir con sus objetivos y sobre todo actuar de manera oportuna, en materia preventiva y durante una emergencia.
Desestimar y soslayar –a priori-- todo esto, no sólo es especulativo y reviste una ofensa a quienes invierten tiempo y recursos para ayudar a las y los periodistas, así como a los que presiden y presidieron la COPIP, sino que también falta a la verdad y contradice lo que nos dice la experiencia.
Y es que desde que se fundó la COPIP, la integración competía totalmente al titular del Ejecutivo estatal. Ese es un hecho. En ese tiempo, se ha tenido a dos presidentes, quienes auténticamente han coordinado un trabajo para apoyar y proteger, en la medida de lo posible, a las y los reporteros en su labor informativa.
Vemos, pues, de acuerdo a esta experiencia, que no es cierto que el gobernador haya cooptado o impedido el funcionamiento de la COPIP, y seguramente así también será con la futura gobernadora Indira Vizcaíno, quien recientemente destacó la importancia de disentir.
Ahora bien, la manera de seleccionar a los integrantes de la COPIP cambia: ya no será el titular del ejecutivo quien decida de manera unilateral, sino que la decisión estará en manos de siete personas; cuatro de ellos son representantes que en la organización actual forman parte de la COPIP, es decir, una mayoría conformada por periodistas.
Aplaudo y aliento a las voces inconformes, siempre que se parta de una crítica constructiva y que genuinamente busque perfeccionar el trabajo de la COPIP, así como el marco legal que le da sustento. Se trata, también, de una reforma perfectible.
La ley tiene un principio de progresividad: los aspectos que no nos dejan satisfechos pueden mejorarse. Pero lo importante es que los colegas que vengan a integrar la COPIP en el futuro, tengan una base, un cimiento en el que puedan seguir construyendo. ¿Es justo dejarlos en la nada por acusaciones sin sustento?
Creo en la nobleza y decencia de muchos de los colegas que auténticamente están interesados en proteger la labor periodística. Por eso no comparto la opinión de quienes descalifican especulando, sobre todo cuando la experiencia nos confirma un trabajo de la COPIP, durante todo este tiempo, a favor de la protección del ejercicio periodístico.
DOS PUNTOS
Afortunadamente, en Colima ningún reportero ha perdido la vida derivado de su trabajo periodístico. Pero la violencia en México y en Colima sigue creciendo, por lo que la COPIP debe fortalecerse y consolidarse, y no seguir trabajando desde la marginalidad.
Total de Visitas 375145285
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates