
DOS PROYECTOS
Desde que arrancó la contienda electoral por la gubernatura (hace ya más de un mes), todas las encuestas, difundidas por medios nacionales y empresas demoscópicas serias (Massive Caller, El Heraldo, Cifras de México, Arias Consultores, El Financiero, etcétera), adelantan que la votación será entre dos proyectos: uno encabezado por Indira Vizcaíno Silva y otro por Mely Romero Celis.
Una de estas mujeres será la próxima gobernadora del estado. Así lo marcan las encuestas, los números, las preferencias electorales plasmadas en las encuestas. La ciudadanía, entonces, estará en la disyuntiva de elegir entre estas dos mujeres que representan perfiles y proyectos muy diferentes.
Por un lado, tenemos a Indira Vizcaíno, quien representa el cambio… el cambio de la cuarta transformación. ¿Qué representa este cambio? Este no es nuevo; lo vivimos todos los días desde hace más de dos años: representa la falta de crecimiento económico, el incremento de la inseguridad, la falta de apoyos a las empresas y negocios (principales fuentes de empleo), la eliminación de apoyos y programas, el ataque a las instituciones y órganos autónomos, así como la constante y sistemática polarización social desde la plataforma de gobierno: estás conmigo o en mi contra.
¿O no es así? ¿No dijo el presidente que se iba a crecer al 6 por ciento del PIB al año? ¿No prometió que la violencia pararía en cuanto llegara porque él es honesto? Abrazos, no balazos, ¿se acuerdan? La liberación del hijo del chapo, ¿se acuerdan? Que ya no iba haber gasolinazos, ¿se acuerdan? Conservadores, fifís, corruptos, espeta desde palacio nacional contra todo aquel que piense diferente, que no opine igual que él. ¿O no es así?
Que se iba a combatir la corrupción, pero ahí están los videos de su hermano Pío Obrador recibiendo lana, los contratos millonarios de su prima Felipa con Pemex, los negocios del hijo de Bartlett con respiradores (en plena pandamia) y la riqueza obscena de sus hijos que vacacionan en Aspen y del primer círculo del presidente que se autodenomina el más austero. ¿Se acuerdan de todo esto? Así combate la corrupción el presidente, cuando no utiliza la fiscalía para sus venganzas políticas.
Pues eso representa Indira Vizcaíno. Esa es la cuarta transformación. Lo vivimos cuando le echamos gasolina al carro y vemos que cada vez está más cara; cuando nos indigna que las niñas y niños con cáncer no tengan su medicamento; cuando vemos el despilfarro de recursos en obras sin sentido y viabilidad técnica, como el tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería en Tres Bocas, mientras los hospitales carecen de medicamentos, el sector salud está mal pagado y el número de muertos en esta pandemia supera los 200 mil mexicanos. Abrácense, no pasa nada, ¿se acuerdan?
Indira, por un lado, representa ese cambio. Eso es lo que ofrece porque para ella el presidente está en lo correcto, no lo contradice, no lo critica; para ella está haciendo todo bien, y si lo está siendo todo bien, entonces avala estos resultados y asume esta forma de gobernar. Bueno, pues eso es lo que ofrece Indira: más de lo mismo.
Ahora bien, no es cierto que no haya llegado la cuarta transformación a Colima. Esa es una mentira: la cuarta transformación llegó a Colima desde hace más de dos años, cuando Morena ganó el congreso local, donde se aprueban las leyes y el presupuesto. Ahí está el verdadero poder, porque desde esa sede se quitan gobernadores y se entablan sanciones y juicios políticos contra corruptos.
¿Qué pasó en ese tiempo? Nada. ¿Entablaron juicio político contra Nacho Peralta, supuestamente el más corrupto de Colima en la narrativa morenista? No ¿Pidieron su destitución al senado de la república? Nones. Pero si eran mayoría, tenían el poder en el congreso con Vladimir Parra como presidente de la comisión de gobierno interno, ¿qué pasó con el combate a la corrupción?
Si hubieran querido entablar un juicio político contra el gobernador, como se hizo contra Mario Anguiano, lo hubieran hecho muy fácil porque eran y son mayoría en el legislativo local, además de que Morena ganó la mayoría de alcaldías en el estado. ¿Por qué no lo hicieron? O bien no saben hacer su trabajo (ineptitud), están en contubernio (son corruptos) o el gobernador es honesto (cumple con la ley).
A Mario Anguiano, cuando el PAN era mayoría en la 58 legislatura, le impusieron una sanción millonaria, inhabilitación y actualmente enfrenta un embargo. Es todo un proceso legal, por eso el sigilo: para respetar el debido proceso. Pero ahí está la sanción, promovida por la mayoría del PAN y PRD. ¿Moreno hizo lo mismo? No.
Dijo Indira: vamos auditar al gobierno de Nacho. Pero si sus diputados de Morena revisan las cuentas públicas cada mes y en noviembre las aprueban. Volvemos a lo mismo: ¿o están coludidos o no saben hacer su trabajo o el gobernador actúa apegado a la ley? Eso lo sabe Indira, pero es parte del show, como la Mañanera. Es parte del montaje, diría el presidente.
DOS PUNTOS
La otra opción es Mely Romero. Es la única opción viable para quienes no queremos que llegue el desgobierno. Es priista, pero lo es menos que Indira (trabajó para Nacho) y Locho (hay más priistas que de MC en su campaña). Más importante, es maestra en Matemáticas y contadora, por lo que se le da el pensamiento crítico y la lógica, elementos consustanciales al sentido común y la sensatez, cualidades casi inexistentes en la política actual.
Total de Visitas 374422849
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates