
LA CORRUPCIÓN EN LA 4T
¿Por qué si están en contra de la corrupción y supuestamente la combaten, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ofende que se revelen casos de corrupción como el de su prima, su hermano y sus colaboradores?
Si no hubiera sido por periodistas como Carlos Loret de Mola, a quien critican de chayotero y vendido, no se hubieran revelado los escándalos de corrupción de la prima del presidente, Felipa Obrador, quien fue beneficiada con contratos de PEMEX por más de 300 millones de pesos.
De igual forma, nunca se hubiera hecho público las casas de Bartlett, que evidencian una riqueza obscena, muy por arriba de la que ganaría como funcionario público. Asimismo, tampoco fuera del conocimiento público las compra-ventas, a sobreprecio, que hizo su hijo al gobierno federal.
Todos estos casos fueron hechos públicos por investigaciones periodísticas, precisamente de medios o periodistas a los que el gobierno federal insulta y señala como adversarios.
¿Pero por qué, si el combate a la corrupción es su principal bandera, denuesta a quienes la visibilizan y denuncian, como es el caso de Loret y otros periodistas? Ya el mismo gobierno ha acreditado estos casos, por medio de la Secretaría de la Función Pública (SFP).
Han sido sanciones menores, sobre todo en el caso de Manuel Bartlett, a quien no le hicieron ningún señalamiento, a pesar de que él mismo y a través de otras personas, amasa una fortuna que no corresponde a la vida de un funcionario que pregona la justa medianía.
O el caso de su hijo, donde la SFP solo le externó una amonestación, sin sancionarlo o dejarlo fuera de cualquier otra licitación, como hubiera sucedido con un proveedor que da a sobreprecio, práctica que tanto criticó el presidente Andrés Manuel en los gobiernos anteriores y que se sigue suscitando.
Lo mismo sucede con los recientes videoescándalos. El presidente difunde presuntos moches en el senado, donde se repartieron millones de pesos para según eso aprobar las reformas de Peña Nieto. Simultáneamente, salen también videos del hermano del presidente, Pío López Obrador, recibiendo dinero para las campañas electorales de Morena, por parte de quien fue un funcionario público del gobierno de Chiapas y que estaba siendo catapultado por el presidente en el gobierno federal.
En ambos hechos hay corrupción, pero el presidente sólo ve un caso y en el otro un ataque a su persona. ¿Cómo se puede combatir la corrupción cuando se le justifica o se le protege a los corruptos?
Si partimos de los casos de Rosario Robles, Emilio Lozoya y otros ex funcionarios del gobierno de Peña Nieto, ¿podemos decir que realmente se está combatiendo la corrupción? ¿Acaso hay ya sentencias ejecutoriadas para estos personajes que desde la propaganda gubernamental se califican de corruptos?
Repito, hasta el momento no hay una sola sentencia, una persona que esté purgando condena por actos de corrupción. Lo que hay son supuestamente testigos protegidos, que se adhieren a un criterio de oportunidad que dista mucho de cumplir con sus fines jurídicos y que, en los hechos, será prácticamente inaplicable para estos casos.
Pero eso se verá más adelante en las etapas procesales, y eso poco importará porque el gobierno buscará a otro Lozoya para seguir alimentando el fuego de la intriga y la suspicacia.
Si no hay un solo corrupto en la cárcel; si ni siquiera logran identificar los verdaderos casos de corrupción, no del pasado sino del actual régimen, entonces ¿cómo decir que realmente se está combatiendo la corrupción?
DOS PUNTOS
Todo parece estar listo para una alianza PAN-PRI-PRD en el estado de Colima. El PRI y el PAN son dos de las principales fuerzas políticas en el estado. De igual forma, esta elección 2021 podría ser histórica de contemplar a los jóvenes, quienes tendrán una gran participación, pues de acuerdo a la legislación electoral tendrán que ocupar más de 150 curules en el congreso de la unión, conforme a las cuotas por juventud.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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