PALABRA DE SACERDOTE

Administrador Colimapm | Opinión | 05/12/2020

UNA LLAMADA URGENTE A LA RESPONSABILIDAD

Pbro. Juan José González Sánchez

Dice el refrán que «tras la tempestad viene la calma» y eso es lo que desearíamos, pero esta trágica crisis del COVID-19 está produciendo unas terribles y desastrosas consecuencias que afectan en todos los ámbitos de la vida -particularmente en las personas y familias más desamparadas-; y ante tal situación no cabe la defensa individual, sino la implicación comunitaria.

Esta tremenda y triste situación de vulnerabilidad, de sufrimiento y de acuciante necesidad, se convierte en inmenso reto para nuestra caridad fraterna.

Es una clara invitación a salir de nosotros y de nuestras insignificantes cosas. Porque este virus también ha destrozado todo concepto individualista de la vida, poniendo de manifiesto la grandeza del ser humano en cuanto a sacrificio y solidaridad, para descubrir la realidad de las víctimas, empatizar con su situación y disminuir sus sufrimientos, según la medida y posibilidades de cada uno.

Es una urgente llamada a la responsabilidad, una ocasión propicia para responder a las tragedias ajenas sin auto-justificaciones egoístas. Porque este virus ha evidenciado nuestra frágil condición.

Es imperativo luchar por la vida y la dignidad de todo aquel que la mantiene deteriorada o del que no ha podido conservarla. Y es ocasión de consolar a las víctimas. Porque este virus nos ha recordado la realidad de nuestra necesaria vinculación: todos estamos conectados, especialmente en la desolación.

Es también tiempo de silencio para reflexionar sobre nuestro modelo de sociedad y aprender la importancia de avivar los lazos de fraternidad. Y, sobre todo, es momento de intensa oración para encomendar a los difuntos e iluminar y fortalecer la esperanza.

Ya sabemos que las dificultades de la vida no hacen sino sacar lo mejor de nosotros mismos, manifestando la grandeza y heroicidad de muchos; y excepcionalmente, por qué no decirlo, también descubren las miserias de algunos que, por intereses ideológicos y partidistas, buscan «pescar en río revuelto».

Ojalá nuestros gobernantes y políticos encaucen correctamente la corresponsabilidad de todos nosotros.