ENTRE LÍNEAS

CARLOS ÁVALOS GARCÍA | Opinión | 31/01/2012

No a las modificaciones del Artículo 24

El pasado día 15 de este mes una fracción de diputados celebraron un oculto concilio en el que aprobaron un proyecto de reforma al Artículo 24 de la Constitución, el cual protege nuestros derechos de credo libre. Escondiendo en frases muy ambiguas su verdadera intención, que es una regresión a los tiempos en que todo asunto publico debía de pasar por la autorización del clero. Cabe recordar aquella máxima que sentencia “un pueblo que olvida su pasado está condenado a repetirlo”, estos derechos son el resultado de años enteros de dolor y derramamiento de sangre; ¿Cuántos caudillos perecieron en pro de la separación de los representantes católicos de todo asunto de gobierno?

Volver en nuestros pasos, es retomar la desgracia, retomar la desgracia, es despreciar la sangre de los liberales mexicanos que dieron su vida por un País independiente de todo dogma, de cualquier religión impuesta, de cualquier orden clerical que somatice el pensamiento de los mexicanos, por ello el pronunciamiento no solamente mío, sino de cientos, miles, millones de gentes que dicen un rotundo NO a las modificaciones del Artículo 24.

Hay que hacer historia, de lo dolorosa que fue la transición de la Reforma, hay que recordar el derrocamiento de aquella Iglesia que tenía inmenso poder sobre la mente, la vida cotidiana y la fe de los mexicanos; su control del sistema educativo, de la salud y la caridad; sus privilegios sociales y legales; sus cuantiosas propiedades urbanas y rurales. Con su dominio sobre el capital hipotecario, la obligatoriedad del diezmo y las primicias, las cuotas que cobraban por sus servicios, cumplía muchas de las funciones del Estado. El poder real descansaba en la Iglesia, en los hombres fuertes del ejército, en los caudillos y caciques regionales que actuaban por encima de las leyes y de las instituciones, la pregunta es: ¿Queremos volver a lo mismo?...

La Reforma y Juárez son ante todo los fundadores de un México con un Estado con soberanía, un Estado republicano, federal y laico. Que no puede verse ultrajada bajo una nueva vía, que es la de impulsar la propuesta hecha del diputado priísta por Durango, José López Pescador, una reforma que lesiona los derechos y libertades que hoy disfrutamos al haber un Estado laico

La jerarquía católica Que ha vuelto a la carga en la recuperación de espacios perdidos ante el liberalismo, espera que el Senado de la República saque adelante la iniciativa ya aprobada en la Cámara de Diputados. Y es que es de llamar la atención la forma tan acelerada y discreta en que se ha tratado este asunto que es tan delicado. Habiendo innumerables propuestas y reformas de ley, que serían de mucho mayor beneficio para la sociedad entera y que no han sido siquiera discutidas. Ponen en peligro la estabilidad de un país que tiene suficiente sangre derramada con el Narco y la política Calderonista, como para preparar el terreno a una nueva rebelión ante la moderna inquisición que se avecina.