
CONAGO, LA ESTRATEGIA
Desde su creación en el 2001, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) se ha configurado en un espacio de diálogo y construcción de acuerdos con el ejecutivo federal; esa es su esencia y razón de ser, objetivos que cobran una mayor relevancia en la tesitura actual, cuando la vorágine de los intereses partidistas nos arrastra al naufragio.
No hay un puerto seguro y navegamos a ciegas, siguiendo a guisa de carta de navegación un Plan Nacional de Desarrollo que es más un manifiesto partidista, lleno de retórica pero con nula planeación: los proyectos más importantes de este gobierno (el tren maya, Dos Bocas, Santa Lucía) son inviables política y financieramente y no hay, por otro lado, una estrategia federal para sacar al país de la crisis más fuerte en su historia moderna.
Lo invito a que lea el índice de Plan Nacional de Desarrollo; parece el playlist de Arjona, con títulos como Honradez y honestidad; No al gobierno rico con pueblo pobre; Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie; Por el bien de todos, primero los pobres; No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera, entre otros hits del discurso del presidente.
Por otro lado, el combate a la corrupción del gobierno del AMLO –su principal bandera--, más que una política pública bien estructurada que fortalezca la participación ciudadana y las fiscalías anticorrupción, se materializa en una punta de lanza para atacar a sus contrincantes políticos, vulnerando el mismo debido proceso y atizando los fuegos de la animadversión partidista y política.
Esa discrecionalidad, de decir a quién si se investiga y a quién no, dependiendo de colores partidista, es lo que más afecta la credibilidad del gobierno en cuanto a la lucha contra la corrupción, favoreciendo la impunidad de personajes como Bartlett y su hijo, Irma Eréndira Sandoval y su hermano, así como la alcaldesa de Cancún Maru Lezama; contra ellos, Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, es un dócil cachorro, mientras que contra los adversarios del presidente se convierte en un perro de pelea.
Con esto, no solamente le resta efectividad a la lucha contra la corrupción –que debe darse desde los procesos jurídicos y no mediáticos--, sino que también confronta al presidente con quienes debería trabajar de manera conjunta. Así sucedió, en la mañanera de ayer, con Francisco Domínguez, el gobernador de Querétaro, acusado por Lozoya de aceptar sobornos.
El presidente estaba ahí, cuando daba su posicionamiento Domínguez, desestimando los señalamientos Lozoya, y la mirada torva del presidente Andrés Manuel resumía todo; retrata claramente el panorama político actual. Lo mismo sucedió con el gobernador de Tamaulipas, Javier García Cabeza de Vaca, otro de los señalados por Lozoya de aceptar sobornos para la aprobación de la Reforma Energética.
Que se combata la corrupción, con eficacia, de manera sistemática, sin distingos partidistas. Porque indigna tanto la corrupción del pasado como la del presente. Pero, sobre todo, que se tenga un rumbo, un camino definido para sacar a México de la crisis y mejorar los niveles de bienestar de la población.
De ahí la importancia de la Alianza Federalista de Gobernadores, en estos momentos en los que parece no haber un rumbo claro de hacia dónde vamos como país, más allá de los proyectos prioritarios antes señalados, y que no responden a las necesidades apremiantes de la actualidad.
Es de destacar, por eso, que los gobernadores de esta alianza, entre los que se encuentra Ignacio Peralta, posicionaran cuatro temas fundamentales para las y los mexicanos: el fortalecimiento de los 32 sistemas de salud, la reactivación económica, un nuevo pacto fiscal que permita fortalecer las acciones de los gobiernos locales y energías verdes que permitan un desarrollo sustentable.
Lo que sugieren los 10 gobernadores, integrantes de esta alianza, es una Estrategia Nacional de Reactivación Económica para contener la crisis, una crisis que se gestó desde el 2019 pero que se agravó con la pandemia del coronavirus.
La falta de resultados del gobierno de AMLO en materia de empleos, seguridad y economía, ha empoderado a estos gobernadores, en un momento en el que el gobierno federal está centrado en escándalos mediáticos y está sumido en su peor crisis sanitaria, con más de 58 mil muertes por Covid.
DOS PUNTOS
Mientras países como la India, que tiene una población de 1 mil 352 millones 617 mil 328 personas, sólo han registrado 52 mil 889 muertes por Covid; México, que cuenta con 126 millones de habitantes, tiene más de 58 mil muertes por esta enfermedad. Son economías muy parecidas, ¿por qué en México mueren más personas por coronavirus?
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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