
"LOS CANDIDATOS A LA GUBERNATURA EN PANDÉMICA CAMPAÑA"
Desde que el presidente López Obrador estableció todos los días del año como días para hacer campaña, los tiempos electorales dejaron de tener fecha de expiración, ahorita todo el tiempo es tiempo de hacer campaña y es motivo para trabajar como si estuviéramos en periodo electoral. Por eso, la pandemia no ha impedido que los candidatos a la gubernatura detengan sus acciones para seguirse posicionando en el electorado, en esta ocasión teniendo como eje de las mismas a la emergencia sanitaria. Aunque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos, está claro que entre los candidatos para la gubernatura que más se han hecho visibles durante esta emergencia sanitaria son Indira Vizcaíno y Claudia Yáñez (Morena), Locho Morán (Movimiento Ciudadano), Jorge Luis Preciado (PAN), Virgilio Mendoza (Verde Ecologista) y, aunque con más limitaciones por estar subordinado al gobernador, Walter Oldenbourg (PRI). Cada cual ha aprovechado la función natural de sus funciones -algunos con mayor osadía, como en el caso de Preciado- para no decaer en el ánimo de la población. Yo no creo que se mueva mucho más la nómina de candidatos para la próxima jornada electoral (salvo quizá en el PRI, donde todavía queda tomar en cuenta candidaturas fuertes como la del rector José Eduardo Hernández Nava o el srio de Educación Jaime Flores Merlo), y, por tanto, la batalla comicial tendrá los rostros de estos políticos que hoy por hoy no hacen sino perfilar su imagen electoral. Quizá el partido que mayor representa problema para elegir a su candidato sea Morena. La guerra intestina que se espera es cruenta y seguramente se dará teniendo como punto de quiebre la candidatura de Indira Vizcaíno, quien ha resistido todos los embates habidos y por haber y quien no parece doblegarse ni un céntimo en su propósito, pese a que ha cometido yerros terribles y arrastra una mala reputación desde su paso por el Ayuntamiento de Cuauhtémoc. Aun con esto, Indira Vizcaíno parece dispuesta a luchar contra los otros candidatos de identificación morenista (Joel Padilla, Gricelda Valencia y Claudia Yáñez, la más apuntalada hasta el momento) para cumplir su soñado objetivo, pues debe saber que ser candidata por otro partido que no tenga la venia del presidente López Obrador harían su proyecto político descarrilar. Por su parte, Locho Morán y Jorge Luis Preciado son las cartas ya consabidas de sus respectivos partidos, no se ven otras y, a menos que suceda algo extraordinario, este escenario no cambiaría. Locho Morán tendrá que tener un buen manejo de la pandemia porque si se le sale de control la vigilancia que debe tener para el cumplimiento de las normas sanitarias ahora que todos los negocios abrieron y la gente se volcó a las calles (en su mayoría sin cubrebocas) su imagen pública se vendrá abajo y, como siempre, el pueblo dejará caer su consabida frase reduccionista: si no pudo con el municipio, menos con el estado. La línea que divide una frontera de la otra es muy delgada y ojalá eso lo tenga muy presente el actual alcalde capitalino. En el caso de Jorge Luis Preciado, para esta pandemia ha demostrado que con poca saliva se puede comer mucho pinole y esto se ha visto en la intensa agenda de actividades que se ha propuesto para ayudar a la población en esta etapa de la emergencia sanitaria. Yo le podría objetar al albiazul que su trabajo esencial es estar legislando normas e iniciativas que puedan beneficiar a la sociedad durante la pandemia, pero quizá lo esté también haciendo y yo no me haya dado cuenta, no obstante lo cierto es que Preciado Rodríguez es el más activo de todos los candidatos mencionados y se le ve dispuesto a volver a dar la batalla para la gubernatura para 2021. Con respecto a Virgilio Mendoza, lo que veo es a un político todavía aguerrido pero disminuido por las circunstancias, pues quizá esté fuera de la circunstancia política actual. No es lo mismo el Virgilio que le cedió el paso a Nacho Peralta para la gubernatura, a este Virgilio que, incluso, tendrá que luchar contra un panorama más adverso que el precedente. Sin embargo, Virgilio Mendoza es audaz y tendrá que hilar muy fino (en muchos frentes) para que la percepción de que “ya se le pasó el tiempo” no le vaya a jugar, al momento de las definiciones, una mala pasada. Finalmente, lo que se podría decir de Walter Oldenbourg, el candidato priista mejor ubicado para la competencia electoral, es exactamente lo mismo que se podría decirse de cualquier otro candidato priista (Mely Romero, Guty Morales, Romero Coello, etcétera): que mientras no mejore (por lo menos unos cinco o diez puntos) la imagen del gobernador (el primer priista del Estado) en las encuestas de percepción ciudadana, no habrá candidato priista (ni aun cuando provenga de las llamadas candidaturas ciudadanas) que pueda tener los arreos suficientes para dar la batalla. Será también el manejo de esta pandemia, pues, la prueba de fuego del gobernador Nacho Peralta para darle viabilidad al proyecto político priista en los comicios de 2021, los cuales –aunque parezcan lejanos- ya se alcanzan a visualizar al fondo de la colina.
Total de Visitas 371620959
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates