LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 09/12/2011

LA NÚMERO UNO

Buena para decir verdades a medias y las salidas fáciles, la alcaldesa de Villa de Álvarez, Brenda Gutiérrez, desde este miércoles 7 ya se autolicenció de la representación que solemnemente protestó cumplir y hacer cumplir, lo hizo burlándose y con el afán de sacar la aprobación de su partido, el PAN, para buscar la misma curul pretendida por su compañera de grupo y de partido, Esmeralda Cárdenas, la que sin duda, de competir, la ex de Sedesol se la ganará.

Este arranque de Gutiérrez Vega no nos debe sorprender, para ella la legalidad es solo un estorboso trámite del que se vale para alcanzar sus fines y ya que los logra ésta, literalmente le vale. Pero bueno, sobre violaciones a la ley por parte de esta mujer hay todo un historial con el que hecho su camino, al respecto solo un breve recuento de los casos más sonados en los que fehacientemente poco o nada le ha importado la legalidad, hechos que no son cuentos, como aquel demagógico lema del “Municipio número uno” que no sé quién le pueda creer.

Como se recordará, Brenda del Carmen Gutiérrez Vega, siempre ha sido proclive a los escándalos a causa de su prepotencia e infantiles arrebatos, como dijera Francisco Martin Moreno ¿Quién no recuerda aquel del 2008, cuando siendo Diputada local plurinominal o sea de Partido, sin haber contendido en las urnas, no tuvo empacho en fusilarse y presentar como suya la iniciativa de “Ley de la Familia para el Estado de Colima”, misma que a la sazón se descubrió que era copia fiel de la “Ley de la Familia para el Estado de Nuevo León”, aprobada por la mayoría panista del Congreso de aquel Estado el 22 de diciembre del 2007?

Otro desaguisado de nuestra heroína lo protagonizó hará unos meses entre marzo, abril y mayo, cuando la acusación en su contra por enriquecimiento ilícito la sorprendió de viaje, de vacaciones VTP -a costa del erario Villalvarense- en Tierra Santa, incluidos Egipto y Roma, viaje que obvio hizo sin el permiso del Cabildo que encabeza, órgano municipal al que desprecia incluidos sus incondicionales y el propio Congreso del Estado de Colima, al que a la fecha no ha dado respuesta sobre el requerimiento oficial que le hizo y sin que éste haya actuado sobre dichas actitudes anómalas de la munícipe.

Pero la historia de Brenda y sus violaciones a la ley no paran ahí, apenas el viernes 2, otro hecho en su municipio le interrumpió –se afirma- el clandestino viaje de esparcimiento que con los suyos hacía por Panama, fue el asalto a mano armada y homicidios que se suscitaron en una tienda departamental de la cabecera municipal de la Villa, donde un vehículo usado por los criminales portaba placas del Ayuntamiento, lo que obligó a que la Dama se tomara la molestia de “aclarar”, sí, desde Panamá vía Facebook, que “esas placas habían sido robadas” y, evadiendo su responsabilidad y tratando de desviar la atención, actitud en la que es una experta, hasta exigió a la Procuraduría “el esclarecimiento inmediato”.

El caso es que por lo menos hasta ayer, a su original interlocutor en el “Face”, Cesar Guerra Ruelas, desde ese día lo han estado acosando con visitas policiacas sin motivo y con patrullas estacionadas y rondando en las inmediaciones de su domicilio, prácticas intimidatorias sobre las que se ha tomado nota, con la reserva del derecho de proceder legalmente contra la “número uno” y contra quienes resulten responsables. El “delito” del joven Guerra, si no lo sabía, fue el de haber evidenciado en sus enredos a la alcaldesa que el mismo lunes 5 dio su “Segundo informe de resultados” sobre un ejercicio al que derrotada, seguro regresará a menos que se cuelgue de otro bejuco.