YA QUIERO VER A MI OTRA FAMILIA

Administrador Colimapm | Opinión | 28/03/2020

Pepe Naranjo|ColimaPM

Hoy es sábado, son las 4 de la tarde y estoy en casa, en el aislamiento social voluntario, atendiendo la recomendación de nuestras autoridades, debido a la contingencia que afrontamos por la Pandemia del Coronavirus (Covid 19), que afecta no sólo a la ciudad donde vivimos o al Estado de Colima, sino a todo nuestro país y al Mundo entero.

Pero decía que es sábado a las 4 de la tarde y es muy inusual que esté en mi hogar; de hecho me siento raro.

Normalmente, todos los sábados estoy a esta hora con mi otra familia, disfrutando de su compañía, sus bromas, sus ocurrencias, pero sobre todo de su presencia.

Es el sábado consagrado al futbol, a esa otra familia que son mis compañeros del equipo en el que semana a semana, cada sábado religiosamente nos reunimos a jugar, sintiéndonos (a pesar de que todos rebasamos el medio siglo de vida) como en aquellos años de la adolescencia y juventud, buscando hacer los goles -en mi caso impedirlos, como portero que soy-, para vencer en buena lid al equipo rival, que también está conformado por puros amigos o conocidos de toda la vida.

En los años anteriores fue con el Bosco-Comala liderado por Francisco Valencia García, Jaime González Martínez, Ángel Villalobos García, Mario Delgado Peregrina y Mario Espinoza, Manuel Vázquez Cruz, Javier Verján, Raúl Barragán, Martín Cruz Castillo, los hermanos Manuel y Zeferino Garibay Cisneros, Arturo Huerta, Manuel Solano, entre otros más.

Hoy en este 2020, el año que nos marcará por la Pandemia, es en el Real Manrique, equipo al que regreso después de algunos años, y donde me encuentro con otro grupo de grandes y muy buenos amigos:

Daniel Reyes Venegas (hoy en recuperación de una impresionante fractura), Santiago Ramos Herrera, los cuates Carlos y Enrique Padilla Mendoza, los hermanos Martín y Miguel Aguilar Rodríguez, Francisco Paredes y José Farías, los hermanos Francisco y Hilario Castro, Lupillo Preciado, y la tercia de Sergios (García, Hernández y Luna), así como Hipólito Osorio y Ramón del Toro Velasco.

Es cada sábado, la maravillosa oportunidad de encontrarme no sólo con los compañeros del futbol, sino con la grandes amigos que por elección y decisión personal se han convertido en hermanos de la vida, como Rigoberto Suárez Bravo, Francisco Quiroz Peña, Martín Cueva Álvarez, Juan Manuel Aldaco Navarro, Amador Ruiz Torres e Hilario Martínez Mata.

Para ser sincero, y aunque lo disfrutamos enormemente, el partido de futbol es sólo el pretexto adecuado: lo mejor son los “tiempos extra”; es decir, el convivio que al término de cada cotejo realizamos a un costado de cada estadio en que jugamos, donde unos toman cerveza y otros también.

Hoy es el segundo sábado consecutivo en que todos estamos (o deberíamos estar) recluidos en casa.

Es éste el costo muy muy bajo que tenemos que pagar para contribuir de manera importante y clave a que el coronavirus Covid-19 no se disemine e infecte a más personas.

En el Estado de Colima ha transcurrido una semana con un excelente control de casos confirmados como positivos (sólo dos), pero el panorama no es igual en otros estados del país como el vecino Jalisco, Nuevo León y la Ciudad de México, donde los casos proliferan peligrosamente, o qué decir de países como China, Italia y España, donde los muertos se cuentan por miles, lamentablemente.

Estoy seguro que si continuamos así, con total responsabilidad cuidando el aislamiento social, tener el menor contacto posible con otras personas, lavarnos constantemente las manos, y cubrirnos la boca al toser o estornudar con un pañuelo desechable o con la parte interna del brazo.

Igualmente, evitar los saludos de mano o beso, con esas sencillas medidas, muy pronto habremos superado la contingencia y estaremos de nuevo juntos haciendo nuestras actividades normales: trabajo, escuela, deporte, etc.

De hacerlo así, con mucha responsabilidad, pronto estaremos de nuevo todos juntos, celebrando la vida, la amistad y la hermandad. De cada uno de nosotros depende. ¡Decide bien!