PARACAÍDAS

ROGELIO GUEDEA | Opinión | 28/03/2020

LA ENCRUCIJADA DE NACHO PERALTA Y LOCHO MORÁN

La reacción tardía del gobierno federal ante la pandemia del coronavirus ha ocasionado que la reacción sumamente oportuna del gobierno estatal, con José Ignacio Peralta Sánchez al frente, y del gobierno municipal colimense, con Locho Morán al frente, se haya tambaleado, pero no es culpa de ellos (como algunos medios de comunicación y articulistas de la 4T lo quieren hacer ver) sino de la irresponsabilidad del gobierno federal. Si algo (poco, mucho, lo sabremos después) se ha conseguido para evitar la expansión del virus en nuestra entidad (aun con la también irresponsabilidad de un porcentaje importante de la ciudadanía colimense, que todavía descree del peligro de esta pandemia) se lo vamos a deber a que tanto el gobierno estatal como municipal tomaron medidas oportunas (incluso ligeramente tardías todavía) para sosegar el brote del Covid-19 entre nosotros. Ahora se quiere ver como un error que, por ejemplo, Locho Morán haya anunciado la apertura de comercios (sobre todo del centro de la ciudad) para este próximo lunes, sí, pero lo que no se sabe es que sin una estrategia federal uniforme de respaldo a todo el sector productivo y empresarial a nivel nacional ningún gobierno municipal o incluso estatal podrá sufragar el costo económico que una emergencia sanitaria de esta naturaleza conlleva. Entiendo que los morenistas tendrán que quedar bien con las decisiones del presidente López obrador, sean éstas buenas o malas, pero en situaciones como ésta (en donde puede ir en riesgo la vida de miles de personas) el mejor papel que pueden jugar es el de abogados del diablo, a menos que sea más prioritario para ellos su propio interés personal que el bien común. Si la capitalización política de esta pandemia en nuestro país va a estar por encima de salvaguardar las vidas humanas, como se está viendo, entonces entraremos en la fase del "sálvese quien pueda", esto es en la peor manera de enfrentar esta tragedia sanitaria, a la cual, paradójicamente, la única forma de vencerla es con solidaridad y verdadera compasión.