
Por: Pepe Naranjo (*)
2019, UN AÑO MÁS QUE TERMINA
A punto de concluir este 2019, como cada fin de año, se impone un alto en el camino para hacer un análisis de lo bueno y lo malo que nos ha dejado este ciclo que inexorablemente se cierra. Y como dice la conseja popular, cada quien habla según le va en la feria.
Sin duda que cada una y cada uno de nosotros tendremos un balance personal de lo que nos deja 2019, tanto en lo individual, familiar, escolar o laboral (según sea el caso) y en lo general, como sociedad.
En lo personal, 2019 fue un año muy triste para mi familia, por el sentido fallecimiento de mi madre, la señora Hilda González Figueroa de Naranjo el pasado 27 de agosto, a los 86 años de edad, en la víspera del Día de los Adultos Mayores.
Sin duda, muchos fueron los decesos de gente conocida y muy querida en nuestro Estado de Colima, a cuyos familiares expresamos nuestra solidaridad y condolencia, pero hoy me referiré de manera especial a dos personas que este año dejaron de existir.
HILDA CEBALLOS LLERENAS
Un deceso que consternó a miles de personas en todos los ámbitos de la sociedad colimense, fue sin duda el de la señora Hilda Ceballos Llerenas, quien murió el 21 de septiembre a los 63 años de edad, víctima de una enfermedad que la aquejó los últimos años de su vida.
Más allá de ser esposa de un personaje central de la vida política contemporánea de nuestra entidad, como es el ex Rector y ex Gobernador Fernando Moreno Peña, la Señora Hilda logró brillar con luz propia en cada una de sus responsabilidades.
Desde la titularidad del Voluntariado de la Universidad de Colima y de la Cruz Roja, hasta la Presidencia de la Asociación Gilberto o del DIF Estatal, y en los cargos como Diputada Local, Legisladora Federal y Senadora de la República, Hilda Ceballos dejó constancia de su altruismo y generosidad, con la sencillez y don de gentes que heredó de sus padres, que provenían de cuna humilde en el municipio de Comala.
Nunca por pose, sino por un legítimo deseo de servir al prójimo y atender de la mejor manera a toda la gente, sobre todo a la población más vulnerable, a las clases más desprotegidas, lo que desde siempre la generó la simpatía, cariño y respeto de cuanta persona se cruzó en su camino.
Sin exagerar, la Señora Hilda fue un ángel en la tierra para miles de personas, a las que ayudó de manera decidida. De ahí la impresionante asistencia que se registró durante el funeral, la Misa de Réquiem y el triduo de celebraciones eucarísticas en la Parroquia de San Felipe de Jesús (Beaterio), donde miles de colimenses expresamos nuestras condolencias a la Familia Moreno Ceballos, especialmente a sus hijos Lizzie y Fernando.
Con su carisma y generosidad, la Señora Hilda trascenderá el tiempo y el espacio, y será recordada por siempre con un ejemplo de servicio y entrega desde los espacios que por circunstancias de la vida y el destino le correspondió encabezar.
JIMMY GOLDSMITH
Con una personalidad muy peculiar, de carácter fuerte y corazón muy noble y generoso, Jimmy Manes Goldsmith llegó a Colima en la década de los años 80’s, tras su participación como directivo de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfutí) y el valioso papel que realizó dentro de la Selección Mexicana previo y posterior al Mundial de México ’86.
Desde hace casi cuatro décadas, Jimmy eligió a Colima como su patria chica y aquí desarrolló gran parte de su vida, hasta el pasado lunes 23 de diciembre, que nos despertamos con la triste noticia de su lamentable deceso a los 60 años de edad, víctima de un infarto fulminante.
Jimmy escribió una época gloriosa para el deporte colimense: gracias a su respaldo económico y organización, fue que las Selecciones de Colima lograran el título de Campeón Nacional en las categorías Juvenil (en Colima) y Primera Fuerza (en Quintana Roo), contando con Mario Evangelista Brizuela como entrenador de aquellos representativos colimenses. Nunca como entonces, los jugadores amateurs fueron tratados como profesionales.
También incursionó en el futbol profesional de Tercera y Segunda División, con Palmeros de Colima, así como el Deportivo Cihuatlán, donde consiguió ascensos, éxitos que después repetiría durante la última década como dueño de los Loros de la Universidad de Colima (Loros de Colima), en las categorías Premier, Ascenso y Tercera División Profesional.
Fueron muchos -pero muchos- millones de pesos los que invirtió Jimmy en el Estado de Colima y en Jalisco, no sólo en el ámbito futbolístico o en infraestructura deportiva, sino también en el ámbito turístico, hotelero, de desarrollo sustentable y cuidado del entorno ecológico, a través de la Hacienda San Antonio, El Jabalí y Cuixmala.
Tuve el gran honor de colaborar con él en sus proyectos deportivos, tanto en Palmeros, Cihuatlán y Loros, tal y como lo ha hecho también mi hermano Hugo Naranjo durante 30 años ininterrumpidos, y pude constatar el inconmensurable altruismo y generosidad: miles y miles de despensas obsequiadas cada mes a familias de escasos recursos económicos, a través del programa “Gol de Corazón”.
Sin ninguna obligación más que el impulso de su corazón generoso, Jimmy Goldsmith pagaba lo mismo la renta de las casas de sus jugadores y sus familiares, que las intervenciones quirúrgicas o atención dental, alimentación y viajes, hasta los funerales de sus trabajadores o familiares.
Son centenares de casos que la gran mayoría de gente no sabe (porque así era el deseo de ese mecenas del futbol que fue Jimmy Goldsmith), donde el rubio empresario ayudó a miles de personas, entre ellas las pequeñas y pequeños de las Casas Hogares de Colima, quienes además eran permanentes invitados de honor a los partidos de los Loros en el estadio Olímpico Universitario.
Asistí a darle el último adiós en Funeraria Magaña, donde expresé mi pesar y respeto a su Señora Madre, su hermana Alix, su cuñado Gofrado y sus sobrinas; funeral al que también asistieron el ex Gobernador Fernando Moreno Peña; el Rector de la Universidad de Colima, José Eduardo Hernández Nava; los ex futbolistas Rafael Márquez y Carlos Hermosillo, así como el periodista deportivo David Medrano, todos ellos cercanos a los afectos de Jimmy.
Durante la entrevista que mis amigos Gloria Sierra, Hernán Castillo y yo tuvimos con Carlos Hermosillo, ex jugador de Chivas, América y Cruz Azul, y ex presidente de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), coincidimos en que la Femexfut le debe un gran homenaje a Jimmy Goldsmith, por todo lo que hizo por el futbol mexicano y por la Selección Nacional; reconocimiento que también podrían replicar el Gobierno del Estado o la Universidad de Colima. Tal vez ya se prepare un homenaje sorpresa.
Y así como hoy recuerdo a mi madre, a la Señora Hilda y a Jimmy Goldsmith, así cada uno de nosotros podrá recordar en este cierre de 2019 a familiares, amigos o conocidos que fallecieron en este año que termina de forma alguna marcan nuestra vida y la de nuestro querido Colima.
¡Que en paz descansen y Dios Nuestro Señor les reciba con los brazos abiertos en el Reino de los Cielos!
(*) Pepe Naranjo es miembro de la Asociación Colimense de Periodistas y Escritores (ACPE), del Colegio de Profesionales y Profesionistas de la Comunicación de Colima (C3); del Club de Reporteros de Colima (CRC); de la Asociación Colimense de Cronistas Deportivos (Accrode) y de la Comisión General para la Protección Integral del Ejercicio Periodístico del Estado de Colima (Copip).
Total de Visitas 300088056
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates